Conciencia Ambiental: En el Día de la Tierra, una proclama que nos invita a reflexionar

En el Día Internacional de la Tierra los gobiernos, empresas y organizaciones conservacionistas suelen abordar la fecha con una mirada superficial, desde una óptica economicista, de “reducción de daños” o con falsas soluciones que apuntan a nuevos negocios en base a la naturaleza.

Ante este panorama, una proclama lanzada por organizaciones ecologistas, titulada “Un planeta, una salud. Haciendo la paz con la Tierra” es un cuestionamiento sistémico, que apunta a las causas económicas y políticas de la destrucción del planeta y sus consecuencias.

Los debates sobre el cambio climático, el modelo tecnológico y económico dominante no tienen en cuenta la finitud de los recursos de la Tierra, en la actualidad prevalece una visión en la que los humanos están separados de la naturaleza, como amos de la Tierra que creen pueden poseer, manipular y controlar para obtener beneficios económicos.

Las actividades destructivas que se desarrollan a nivel global, ejecutadas por un puñado de trasnacionales y que son política de Estado en Argentina, tales como el agronegocio (con transgénicos y agrotóxicos como pilares), la megaminería y la explotación petrolera.

La proclama por la tierra puntualiza la relación entre pandemias y destrucción del planeta, su constante degradación, la extinción y desaparición de especies y la crisis climática. Muchos de los patógenos humanos, incluyendo el VIH, el Ébola, el MERS y el SARS surgieron cuando los ecosistemas forestales fueron invadidos y los virus pasaron de los animales a los humanos.

Esta pandemia de covid-19 nos está diciendo que el sistema de acumulación masiva que rige las economías del mundo, y por lo tanto la vida y la salud de la Tierra, ha llegado a su punto de inflexión. Es lamentable como los sectores políticos gobernantes no quieran escuchar a las asambleas socioambientales, pueblos originarios y campesinos que desde hace décadas alertan sobre la destrucción del planeta y el impacto en los humanos.

En este nuevo Día de la Tierra valoremos la nueva visión y misión que han de implicar las políticas públicas en soberanía agroalimentaria, estas esencialmente deben apreciarse con el prisma de la ciencia y producción agroecológica. Esta es la única técnica que realmente puede enfrentar los críticos desafíos y complicaciones que la producción agrícola tiene en la actualidad y las resistencias que no dejan avanzar en los cambios por y para superar el flagelo del hambre como el principal problema ecológico de la humanidad.

Es un llamado de atención planetaria sobre lo que implica la destrucción del ambiente y pide escuchar y revalorizar los conocimientos y las sabidurías ancestrales de los pueblos originarios, definidos como guardianes de los territorios a lo largo de los tiempos, el Día de la Tierra es también un llamado a la acción.

Insta a proteger la biodiversidad de los bosques, detener la destrucción de la tierra, promover otro modelo agropecuario, que los Estados no subvencionen más al agronegocio y a las petroleras, dejar de favorecer a la “comida basura industrial-ultraprocesada”, detener la deforestación y acabar con los monocultivos industriales.

Para lograrlo, debemos pasar de la economía de la codicia y del crecimiento ilimitado, que nos han empujado a una crisis global, a una economía del cuidado de la Tierra, de las personas y de todas las especies vivas.

Por Robert Lizarraga
Fuente: Página 12 / Defensa de los derechos de los pueblos y comunidades