Algunas subas rigen desde el 1° de junio y otras se percibirán con el correr de las semanas. Todos los detalles y el impacto al bolsillo.
El mes de junio estará “plagado” de aumentos de toda clase. Algunos alcanzarán a toda la población y representarán un verdadero desafío para el Gobierno, que busca continuar con la senda de desaceleración de los precios.
Sin duda alguna, los incrementos más desafiantes, tanto para el Estado como para el bolsillo de los argentinos, serán los que se aplicarán sobre las tarifas de los servicios públicos. A eso se sumarán los peajes y las subas de los combustibles, entre otros.
Luz y gas
El Gobierno volvió a postergar las subas previstas para junio a las empresas que se encargan tanto de la distribución como del transporte de luz y de gas en el país, en busca de evitar un impacto mayor en la inflación de los aumentos que se vienen. No obstante, este mes comenzará una quita progresiva de subsidios sobre los usuarios de ingresos medios y bajos, que pagan menos de un 5% del costo total de la energía.
El proceso de quita de subsidios se hará de forma gradual y tendrá una duración de seis meses, aunque todavía faltan definiciones para que el sistema de quita comience a implementarse. Lo que sí es un hecho, es que ya están llegando boletas con los aumentos aplicados en los meses anteriores. En el caso del gas, por ejemplo, los usuarios están comenzando a recibir en estas horas boletas con aumentos del orden del 442% en promedio, correspondientes a los consumos de los últimos meses.
Por otra parte, las boletas de agua de AySA tendrán en junio un incremento del 2,77 por ciento.
Combustibles
Uno de los aumentos que más temprano percibieron los argentinos en junio es el de los combustibles. Desde esta madrugada rigen los nuevos precios en las estaciones de servicio de todo el país, tras aplicarse un incremento promedio del 3,5% a nivel nacional.