Ante la inflación la recaudación cayó 10,3% registrando el mayor impacto en el IVA

El total alcanza los $471.693 millones. Subió 42,6% contra un incremento de los precios interanual del 52,9%. Bajos ingresos por los derechos de exportación porque el campo adelantó ventas por la posible suba de las retenciones y la recesión debilitaron los ingresos en términos reales.

En febrero la recaudación tributaria ascendió hasta $471.693 millones. La cifra representa un aumento del 42,6% en relación con igual mes del año pasado. Durante el primer bimestre de 2020 los ingresos tributarios alcanzaron así a $998.998 millones, que constituyen un incremento del 43,8 por ciento.

La AFIP confirmó  que “la continuidad de la recesión; la drástica caída de las liquidaciones de divisas de los exportadores de granos y del complejo oleaginoso; menor cantidad de días hábiles; y contracción del empleo asalariado y del salario real explicaron la segunda caída de la recaudación tributaria en términos reales”.

Como ya se está convirtiendo en costumbre, en la tarde del segundo día hábil de cada mes la directora general de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont, dio el visto bueno para la difusión de los datos de la recaudación tributaria: impositiva, aduanera y de la Seguridad Social, del mes previo a través de un comunicado de prensa. Ahí destaca el organismo: “La recaudación sigue condicionada por el bajo dinamismo en el nivel de actividad y de los indicadores del mercado de trabajo. Los datos referidos al Impuesto al Valor Agregado registraron en febrero una variación del 36,8% frente al mismo mes de 2019. Los recursos tributarios vinculados con el Sistema de Seguridad Social, por su parte, aumentaron 42,8% en relación con el mismo mes del año anterior”.

 

 La recaudación sigue condicionada por el bajo dinamismo en el nivel de actividad y de los indicadores del mercado de trabajo (AFIP)

Los ingresos por Derechos de Exportación alcanzaron en febrero los $21.099,8 millones, un incremento del 19,9% frente al mismo mes del año pasado, la tercera parte de la variación del tipo de cambio.

Por el contrario, el cobro de derechos de importación y tasa de estadística acusó un mejor desempeño, subió 51,9%, pero también por debajo de la tasa de devaluación, por la contracción de las compras en el exterior.

En el caso de la percepción de IVA impositivo, sobre la producción nacional, apenas aumentó 30,3%, más de 20 puntos porcentuales por debajo de la tasa de inflación. Implicó una contracción del 11,6% en términos reales, como consecuencia del doble efecto de la disminución del consumo de las familias, y del traslado de parte de la demanda a segundas y terceras marcas, de menor precio relativo.

Aparecían con expectativas de continuidad de buen desempeño relativo los ingresos vinculados con los débitos y créditos bancarios (al cheque), no sólo porque se trata de un gravamen no afectado por los cambios de alícuotas ni de las bases imponibles, y que pasó a tomarse como referencia del real desempeño de la economía formal, sino también por el aumento de los depósitos a la vista en los bancos, derivado del fuerte control de cambios y el impulso que adquirió el turismo de cabotaje por parte de los residentes. Sin embargo, la existencia de dos días hábiles menos que el año anterior fue determinante para que también mostrara, como el total general, un incremento inferior en más de 10 puntos porcentuales a la tasa de inflación.

Los rubros con mejor desempeño

A la novedad del Impuesto País que rige desde comienzos del año, se sumaron en febrero otros tributos que contribuyeron a evitar que los recursos totales crecieran muy por debajo del total general de 42,6% respecto de un año antes: el anticipo de Bienes Personales, al subir 337,4%; Monotributo por la recategorización que ocurrió en enero y cuya primera cuota incrementada impactó el mes siguiente con un salto de 67,3%; e Impuestos Internos, principalmente por la revaluación de los autos con la devaluación 81,2 por ciento.

La sostenida caída de los recursos totales en términos reales que acusó la AFIP se trasladó rápidamente no sólo a las finanzas del Gobierno nacional, sino también a provincias y Anses, a través de la distribución automática de gran parte de los impuestos, por el régimen de coparticipación y leyes especiales.

De ahí que en la ejecución del Presupuesto provisorio para el corriente año se observó en febrero una notable subejecución de las partidas autorizadas, con excepción del denominado “gasto social”.

Fuente: Infobae