Una celebración del Día del Padre atípica en la pandemia

El aislamiento social preventivo y obligatorio establecido para combatir el Covid-19 modificó la vida de los argentinos y este Día del Padre no será la excepción en el área metropolitana de Buenos Aires.

Los padres serán homenajeados por sus hijos este domingo de un modo diferente al habitual por la vigencia de la cuarentena por la pandemia de coronavirus en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA), en una jornada en la que los asados familiares serán reemplazados por «desayunos por delivery» y los abrazos por saludos por Zoom, entre las opciones más elegidas por las familias.

El aislamiento social preventivo y obligatorio establecido para combatir la Covid-19 modificó la vida de los argentinos y este Día del Padre no será la excepción, con las familias apelando a las herramientas tecnológicas disponibles para acercar a padres, hijos e hijas, abuelos, nietos y nietas que se encuentran distanciados por la medida sanitaria.

Desayuno delivery, en vez de asado

«Mi idea es enviarle a papá un desayuno por delivery a la mañana para que pueda disfrutarlo con los que están con él y al mediodía acordamos ‘almorzar juntos’ por videollamada», contó a Télam Guadalupe García, que vive en Nuñez y su padre en Olivos.

«Sin duda que será diferente este año, ya que era típico el asadito compartido en familia, con mis hermanos y siempre se sumaba mi abuela y algunos tíos», agregó la mujer.

La propuesta de sorprender a su papá con un «desayuno a domicilio» también fue elegida por Raquel y Mabel Radis, que residen en la ciudad bonaerense de Avellaneda, mientras su padre, Orlando, al que no ven desde el inicio de la cuarentena el pasado 20 de marzo, está en Ramos Mejía.

«No sabemos si llegará como desayuno o como merienda, ya que el servicio te da un rango de tiempo y llega cuando llega», dijo entre risas Raquel, quien añadió que «al mediodía tenemos programado los cuatro hijos, los nietos y quien se quiera sumar, un Zoom con ellos, ya que uno de mis hermanos le toma «por remoto» la computadora y los conectará».

Raquel explicó que «sin cuarentena, el programa hubiera sido muy distinto, el tradicional asado en casa de mi hermano, las largas sobremesas, mates y merienda incluida, hasta el atardecer».

A Federico Devoto, sus cinco hijos pequeños, también lo sorprenderán con un rico desayuno, pero preparado por ellos y su mamá Rosario.

«A media mañana Federico irá a saludar a su papá que está en un geriátrico en Villa de Mayo y al que desde hace más de 90 días –cuando comenzó el aislamiento- sólo puede saludar tras una ventana y dejarle algo rico para que pueda disfrutarlo durante el día. Es triste ver cómo la ausencia del contacto físico con sus hijos, nietos y familia acrecentó la enfermedad de mi suegro y fue decayendo», contó Rosario a Télam.

El asado lidera el menú preferido por la mayoría de los entrevistados y aquellos que sobrellevan el confinamiento dentro de un departamento tendrán que resignarlo este año y buscar otras opciones.

No es el caso de Nicolás Ortigueira, papá de Isabella, de 2 años, y Salvador, de 8 meses, que piensa estrenar el domingo la parrilla eléctrica que le regalaron para su cumpleaños en el pequeño balcón de su departamento del barrio porteño de San Cristóbal.

Lejos

Lejos de ahí, en la provincia de Jujuy, el festejo del Día del Padre se trasladó al 12 de julio, pero la familia García del Hoyo lo celebrará igualmente este domingo ya que el 1 de julio, Federico, -papá de Teresita, Ana, Juan Pablo y Juan Ignacio-, tendrá que viajar a La Quiaca y estará un mes lejos de su casa.

«Federico es uno de los oficiales del Regimiento de Infantería de Montaña 20 con asiento en la ciudad de San Salvador de Jujuy, que irán de apoyo logístico a la Gendarmería en la región fronteriza con Villazón, Bolivia, -hoy cerrada- donde se registraron casos de coronavirus», explicó su esposa Pilar.

De hecho «un policía se contagió ahí y volvieron los casos de coronavirus a Jujuy y retrocedimos a la fase 1 de la cuarentena», agregó la mujer en diálogo con Télam desde la provincia norteña.

En la ciudad de Tandil, Francisco Vago, papá de Margarita, celebrará su flamante paternidad junto con Camila, su esposa, los tres solos, extrañando a sus respectivos padres, Rubén y Miguel, que aún no pudieron viajar a conocer a su nieta, nacida durante la cuarentena.

Pero así como algunos hijos lamentan tener a los padres lejos o aunque cerca, con la imposibilidad de estrecharle un abrazo, hay otras historias que muestran a un padre y un hijo felices de compartir una tarea solidaria.

«Orgullo» es la palabra que Daniel Sadovoy elige para describir lo que siente por lo que está haciendo su papá Oscar de 80 años, que participa como voluntario del programa Lebaker de la AMIA, una iniciativa que ayuda a aliviar la soledad de las personas mayores mediante llamados telefónicos que reciben de manera periódica.

«Admiro ver a una persona de 80 años queriendo seguir aprendiendo a desplegar cualidades suyas que están ahí, en su ser. Me genera mucho aprendizaje interactuar con mi viejo y ver su empuje para seguir cultivando vínculos», señaló Daniel.

Por Télam