Rancul se une este domingo en una marcha: «Por el derecho de las infancias a ser escuchadas»

Este domingo Yanel Buffa, su familia y todos los vecinos que se quieran sumar, realizarán una marcha en Rancul tras la decisión de la Justicia de otorgarle el cuidado de su hija de 10 años al padre, que reside en Río Cuarto, y con quien la niña no tiene prácticamente vínculo.

En la convocatoria que hace Yanel y su familia expresaron: «Mañana nos encontramos para acompañar y defender el derecho de las infancias a ser escuchadas».

El lugar es la plaza de Rancul a partir de las 19 horas.

«Será una marcha pacífica, en silencio y con respeto», expresóesta mamá que hoy está atravesando un momento muy doloroso porque la justicia decidió separarla de su hija y darle el cuidado a su padre.

Yanel y su familia desde ayer no tienen consuelo, porque en un fallo inexplicable, el cuidado de su hija, la Justicia se lo otorgó al padre, con quien prácticamente no tiene vínculo.

En un breve contacto con Yanel, expresó a Zonal Noticias: «estamos destruidos».

En la convocatoria a esta marcha que hizo Yanel junto a su familia, expresó: «si lo desean pueden ir con una velita para prender, sino vamos a ir con la linterna de los celulares prendidos».

«Los esperamos para acompañarnos en este difícil momento que nos toca atravesar como familia», indcó Yanel.

El caso

Desde hace años Yanel Buffa viene luchando por el cuidado personal de su hija. La niña vivió siempre con ella y su familia en Rancul. Ahora la justicia ratificó el fallo en primera instancia  y dispuso que la niña viva con su progenitor, quien reside en la ciudad de Río Cuarto, y con quien no tiene prácticamente vínculo.

«No hubo espacio de escucha»

Esta semana se dispuso un «espacio de escucha de la niña». Sin embargo «no hubo escucha», aseguró su mamá.

Yanel y su hija fueron separadas de manera abrupta y traumática, sin preparación, sin explicación y sin siquiera un abrazo de despedida.

Entraron juntas a una dependencia judicial pero salieron por puertas distintas. Después de toda una vida donde la mamá fue el principal sostén afectivo y cotidiano, la niña fue apartada de su centro de vida en cuestión de minutos.

Los procesos de vinculación o cambios de custodia deben ser graduales y respetar los tiempos psicológicos de los menores, sin embaego en este caso nada de eso ocurrió.

Como si todo esto no fuera suficiente, además se dispuso una restricción de contacto y de comunicación por 60 días no sólo hacia la madre, sino también a la familia materna.

Ante esta situación, Yanel y su familia convocaron a una marcha para que el derecho de su hija a ser escuchada, se cumpla.