Tras el cierre de las sucursales de Correo Argentino de Embajador Martini y Rancul (en el primer caso el empleado se acogió al retiro voluntario y en el segundo fue trasladado a Santa Rosa), ahora se conocieron otros cierres en el norte provincial.
En algunos casos la empresa les ofreció el retiro voluntario como en el caso de Embajador Martini y en otros el traslado a otras ciudades como en Rancul donde el único empleado fue trasladado a Santa Rosa.
A estos casos, se sumó en las últimas horas el cierre de las oficinas de Bernardo Larroudé y Coronel Hilario Lagos. En el primer caso la oficina quedó sin personal, y en el segundo, el único empleado se habría acogido al retiro voluntario.
De ahora en más estas localidades quedarán sin servicio permanente y una camioneta de la empresa empezará a pasar por los pueblos para retirar o dejar encomiendas o documentaciones.
Lo cierto es que en medio de esta política privatizadora, los cierres de sucursales en el interior de país, se realiza de un día para otro sin ninguna información oficial a los vecinos y con pocas explicaciones a los empleados de años en cada una de las oficina, que en algunos casos son despedidos y en otros no les queda otra opción que acogerse al retiro voluntario.