La comunidad de Toay marchó para pedir justicia por el femicidio de Paola Recuna

Con una movilización conmovedora y una ceremonia recordatoria frente a la iglesia María Auxiliadora, la comunidad de Toay repudió ayer el femicidio de Paola Recuna y reclamó que “nunca más haya que lamentar una situación como ésta”

La marcha fue encabezada por familiares de Paola, acompañados por el intendente Ariel Rojas, concejales, autoridades y más de un centenar de vecinos y vecinas.

Con la caída del sol las familias fueron congregándose frente a la plaza, donde los hermanos y demás familiares de Paola iniciaron lentamente su marcha por la avenida Nueve de Julio. En silencio, unas 150 personas caminaron con ellos y compartieron su dolor. Fueron hasta la Avenida 13 de Caballeria y volvieron por el carril opuesto, hasta la iglesia, donde desarrollaron una breve ceremonia y colocaron velas junto a la imagen de María Auxiliadora.

El crimen ocurrió el viernes por la noche y la tristeza de esta comunidad se combina con la amargura de saber que el femicidio pudo haberse evitado. “Recibía amenazas todo el tiempo y era víctima de hostigamiento constante. Desde la familia, sus tres hermanos, padres y sobrinos, la cuidamos todo lo que pudimos. Ella hizo muchas denuncias y buscó la forma de escapar de esta situación, pero lamentablemente las instituciones no pudieron ayudarla”, lamentó Natalia, sobrina de Paola.

Atravesada por el dolor la recordó como “una persona muy alegre, que vivía sonriendo y a quien la apagaron de la forma más cruel”.

Mientras caía lentamente la noche, las personas iban dejando velas encendidas junto a la imagen religiosa emplazada frente a la iglesia, entre ellas el intendente Ariel Rojas, apenas una semana después de haber asumido el cargo: “es un hecho más que lamentable y resulta muy triste que estas situaciones sigan repitiéndose”, dijo.

En diálogo con LA ARENA, recordó que “Paola era una chica querida por todo el pueblo y con muchas ganas de vivir. También era nuestra compañera de trabajo y su muerte causó mucho dolor en Toay”. Según Rojas, “para evitar que estas cosas sigan sucediendo tenemos que trabajar entre todos para que algún día podamos contar con una sociedad más justa, tolerante, y erradicar definitivamente la violencia en todos los ámbitos”.

Reconoció que “todavía nos falta mucho y debemos hacer un gran esfuerzo e involucrarnos mucho más desde la justicia, la administración pública, los organizamos de seguridad y la sociedad toda, para no tener que lamentar muertes como ésta nunca más”.

“Una mujer adorable”

De la marcha también participó Mónica Azcárate, concejala del PRO y docente jubilada. Coincidió con Rojas al expresar “la profunda tristeza” de su comunidad y recordó la alegría permanente que desplegaba Paola: “tres de sus hijos fueron alumnos míos. Siempre sonreía, era una mujer adorable y creo que eso hace aún más terrible lo que sucedió”.

Azcárate consideró que “su muerte pudo haberse evitado” y advirtió que “Toay arrastra una imposición cultural muy fuerte del patriarcado, de lo que ya tuvimos una evidencia muy fuerte con el caso de Mirta Fetter”.

Las causas de este femicidio hay que buscarlas en “esa profunda problemática cultural y social, que data de hace muchos años, manteniendo estas cuestiones invisibilizadas y generando resignación”. Según la concejala “hoy las mujeres estamos empoderadas pero la violencia es una espiral de la que resulta muy difícil escapar.”.

Paola Recuna había recurrido a varias oficinas públicas y su femicida tenía una restricción de acercamiento vigente. “Debemos preguntarnos si los organismos del Estado están funcionando como corresponde. Paola se animó, hizo las denuncias e intentó por todos los medios salir de la situación y por eso esto pudo haberse evitado”, dijo. Y concluyó que “la única forma de prevenir la violencia es educar mejor, en todos los ámbitos”.