En la homilía por San Cayetano, García Cuerva reclamó por los jubilados y los discapacitados

El arzobispo de Buenos Aires habló de “injusticia social” por parte del Gobierno en relación a las leyes vetadas por Milei. También cuestionó a CABA: “Los que revuelven la basura no lo hacen porque les gusta”, expresó.

García Cuerva expersó: “Somos custodios y guardianes de los más pobres, de los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna. Somos custodios de los discapacitados y de todos los enfermos«,

El arzobispo de Buenos Aires habló de “injusticia social” por parte del Gobierno en relación a las leyes vetadas por Milei. También cuestionó a CABA: “Los que revuelven la basura no lo hacen porque les gusta”, aseveró.

A través de un crudo mensaje de carácter político, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva dirigió su homilía hacia el Gobierno, en pleno debate público por los vetos del presidente Javier Miley a las leyes de aumento para los jubilados y la declaración de la emergencia en discpacidad.  

“Somos custodios y guardianes de los más pobres, de los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna. Somos custodios de los discapacitados y de todos los enfermos. No podemos desentendernos de los que sufren, de los que revuelven los tachos de basura (…) Y no lo hacen porque les gusta…«, aseveró en clara alusión a la multa de casu 900 mil pesos que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires le impondrá a aquellos que revuelvan la basura en los conteiners y luego no limpien la zona.

Por su parte, la vocera del gobierno porteño, Laura Alonso, se disculpó ayer por la tarde -durante una entrevista con Jonatan Viale por Radio Rivadavia- acerca del polémico tuit que publicó en donde decía «Hasta $900 mil de multa si te gusta hurgar la basura en la Ciudad. Sí, leíste bien».

Este fue su último descargo: “Mi mensaje en redes sobre el tema fue absolutamente desacertado, está claro que a nadie le gusta revolver en la basura”. Y agregó´: “Lo más importante es que ahora la Policía de la Ciudad va a intervenir para prevenir el vandalismo en contenedores”.

Esta súplica, además, subrayó la urgencia de superar la “guerra de las palabras y de las imágenes”, en línea con la exhortación del Papa León XIV sobre la importancia de la comunicación respetuosa.

Además, el mensaje central giró en torno a la parábola del hijo pródigo, utilizada para ilustrar la necesidad de reencuentro y perdón en la sociedad argentina. Se destacó que “el padre no pide explicaciones al hijo que vuelve, el padre abraza, perdona, se alegra con su regreso, se emociona al verlo volver y no quedarse embarrado entre los cerdos”. Esta imagen sirvió para reclamar una Patria donde el perdón y el abrazo prevalezcan sobre el rencor y la exclusión.Los fieles que se congregaronLos fieles que se congregaron en Liniers para escuchar la palabra de García Cuerva (Maximiliano Luna)

La homilía también abordó el valor del trabajo como pilar de la dignidad humana. Se recordó que “el trabajo es un gran ordenador social, el trabajo dignifica a las personas”, y se pidió a San Cayetano por “todos los trabajadores de nuestra Patria, por todos, porque como Iglesia, valoramos todas las formas de trabajo: el empleo formal, los emprendimientos familiares, la economía popular, el reciclado, las changas”.

El recuerdo al Papa Francisco

En otro pasaje, García Cuerva citó al fallecido Papa Francisco para reforzar la idea de encuentro: “El aislamiento y la cerrazón en uno mismo o en los propios intereses jamás son el camino para devolver esperanza y obrar una renovación, sino que es la cercanía, la cultura del encuentro. El aislamiento, no; cercanía, sí. Cultura del enfrentamiento, no; cultura del encuentro, sí”.

Esta referencia, apuntó a la necesidad de sentarse “a una misma mesa para pensar juntos, para generar consensos, para dialogar, para llorar nuestros fracasos, sin estar siempre buscando culpables por lo que está mal”.