El domingo, para ganar sin necesitar llegar al balotaje, el candidato más votado deberá obtener el 45 por ciento o más de los votos afirmativos -no cuentan los votos en blanco-, o más del 40 por ciento con una diferencia de diez puntos porcentuales sobre el segundo candidato más votado.
Si eso no sucede, es decir si el más votado saca menos de 45 por ciento de los votos y hay una diferencia de menos de diez puntos, entonces se deberá realizar una segunda vuelta o balotaje, entre los dos candidatos más votados. En esa segunda vuelta, resultará elegido presidente el más votado de los dos.
En las PASO del 11 de agosto el candidato Alberto Fernández del Frente de Todos, obtuvo un 47.66 por ciento de los votos, mientras que Mauricio Macri de Juntos por el Cambio obtuvo un 32.09 por ciento.
Teniendo como base estos datos, para que exista balotaje, Fernández debería «bajar» a menos de 45 por ciento de los votos y Macri debería «subir» a más de 35 por ciento.
Las generales son elecciones a las que asisten más votantes que en las Paso, e incluso también son muchos los que pueden modificar su voto respecto a la interna en la que justamente no se elegían los cargos sino simplemente los candidatos.
Como sea, el comportamiento de los votantes se conocerá este domingo después de las 18 cuando se abran las urnas.