La campaña electoral se trasladó a las localidades de Rancul e Ingeniero Luiggi donde Martín Berhongaray participó de recorridas y visitas a los vecinos en compañía de la también precandidata Nidia Ancín, de la diputada electa Lorena Clara, y simpatizantes que se acercaron desde Santa Rosa.
En Rancul se reunieron en horas del mediodía en el Comité local de la Unión Cívica Radical junto a afiliados y vecinos.
En horas de la mañana realizaron una caminata en compañía del intendente electo Hernán Viano que incluyó visita a dos talleres mecánicos y distintos comercios donde conversaron sobre la situación local, provincial y nacional.
Ingeniero Luiggi
Por la tarde se dirigieron a Ingeniero Luiggi donde Martín Berhongaray expuso los principales ejes de su plataforma.
Entre otros puntos desarrolló la idea de impulsar a nivel nacional el sistema de juicio por jurados que es una deuda legislativa ya que su implementación es una exigencia de los artículos 24, 75 inciso 12 y 118 de la Constitución Nacional.
Martín Berhongaray mencionó que es una herramienta democratizadora del Poder Judicial donde doce ciudadanos elegidos por sorteo son quienes juzgan los delitos, y definen si corresponde absolver o condenar a un determinado acusado. Es decir, las decisiones proceden del pueblo, acercando así a la sociedad con la justicia.
Sostuvo asimismo que por no ser técnicos, los jurados aprecian las circunstancias de hecho y de derecho de acuerdo con los valores morales de la sociedad, y que la participación ciudadana acorta la distancia de los jueces con los hechos.
A continuación, Berhongaray destacó que no hace falta ser abogado para analizar un caso a la luz de las leyes vigentes y emitir un veredicto de inocencia o culpablibilidad, porque la premisa fundamental del derecho es que la ley se presume conocida por todos. Esto significa que si se le reconoce a todas las personas la capacidad de delinquir porque justamente pueden comprender las normas, también debe reconocerse la capacidad de emitir juicio de valor para determinar si otro ha infringido o no una norma.
Finalmente Martín Berhongaray manifestó que es conveniente comenzar a establecer el mecanismo del juicio por jurados de manera gradual, ya que es un cambio muy importante, empezando por los delitos cometidos por funcionarios públicos que son los casos de corrupción, enriquecimiento ilícito, malversación de caudales públicos, etc.
En esos supuestos, los jurados populares integrados por doce ciudadanos van a ofrecer las máximas garantías de proceder con absoluta imparcialidad, porque son son miembros elegidos de manera transitoria y aleatoria sólo para ese juicio y ningún otro, no viven de los ingresos pagados por el Poder Judicial, y no guardan interés en carrera judicial alguna, con lo cual pueden actuar y decidir sin ningún tipo de condicionamiento.