La defensa sostiene que lo sucedido se enmarca en un “estado de emoción violenta”, por lo que la Justicia accedió a otorgar la prisión domiciliaria al acusado de matar a su sobrino en un campo de Hilario Lagos.
Uno de los momentos clave en la investigación fue la Cámara Gesell realizada al hijo menor del acusado, cuyos detalles no fueron revelados por respeto a la privacidad del menor, pero que, según los abogados de la defensa Jerónimo altamirano y Michel Divoy, afirman la teoría del abuso sexual. “Lamentablemente, esos resultados afirman lo que nosotros como defensa siempre sostuvimos”, explicó.
El abogado Michel Divoy explicó que desde el inicio de la defensa se había solicitado la libertad del acusado. Sin embargo, la justicia optó por confirmar la prisión preventiva en un primer momento debido a la gravedad del delito: homicidio simple. Este delito, según el abogado, “prevé una pena altísima”, lo que suele conllevar la imposición casi automática de prisión preventiva.
El abogado también destacó que, a lo largo de la investigación, se han llevado a cabo varias medidas de prueba que, desde su punto de vista, respaldan la postura de la defensa. “Entendemos que la pena en expectativa para nuestro defendido es mucho menor de lo que se había pensado inicialmente”, afirmó Divoy, quien agregó que, aunque la acusación inicial fue por homicidio simple, la defensa sostiene que lo sucedido se enmarca en un “estado de emoción violenta”. Esta calificación atenuada reduciría la expectativa de pena y justificaría la morigeración de la medida de coerción, permitiendo que el acusado pueda cumplir prisión domiciliaria.
La causa presenta elementos complejos y delicados, según Divoy, debido a la combinación de un homicidio y un presunto abuso sexual sufrido por el hijo menor del acusado. “Es una situación difícil de afrontar tanto para la defensa como para el Ministerio Público Fiscal, que busca esclarecer los hechos”, añadió el abogado. Divoy remarcó que se han realizado múltiples pericias, incluyendo pericias psicológicas, psiquiátricas y exámenes mentales, todas las cuales apoyan la teoría de la defensa sobre el estado emocional en que se encontraba el acusado al momento del hecho.
Uno de los momentos clave en la investigación fue la Cámara Gesell realizada al hijo menor del acusado, cuyos detalles no fueron revelados por respeto a la privacidad del menor, pero que, según Divoy, afirman la teoría de la defensa sobre el abuso sexual. “Lamentablemente, esos resultados afirman lo que nosotros como defensa siempre sostuvimos”, explicó a los colegas de Infopico.
En cuanto a los pasos futuros del proceso, aún falta realizar una última pericia psicológica al acusado, la cual, según Divoy, será importante, aunque considera que el examen mental ya realizado fue “bastante claro” y suficiente para sostener la postura de la defensa. “Habrá que ver si se llega a algún acuerdo de salida alternativa o si la causa llega a juicio oral. Eso dependerá de las facultades del Ministerio Público Fiscal”, concluyó el abogado.
