Los peritos forenses de General Roca (Río Negro) le entregaron ayer un «informe preliminar» a la familia confirmando que el cuerpo hallado el domingo en el río Colorado, en Catriel, pertenece a Ruth Elizabet Cisterna (34 años). La mujer hacía 74 días que era intensamente buscada luego de que desapareciera tras dejar una misiva anunciando una dramática decisión.
La triste novedad fue confirmada por el diario Río Negro, donde aseguraron que el informe también reveló que no había signos de criminalidad en el cuerpo, lo que coincidiría con la línea de investigación que se siguió desde el principio, que la mujer desaparecida hace dos meses y medio, se quitó la vida. Los familiares de la mujer habían asegurado que el cadáver tenía tatuajes similares a los que se había hecho Ruth, por lo que descontaban que era ella.
Fuentes judiciales indicaron en esa línea que aunque no se realizó todavía el ADN sobre el cuerpo, el reconocimiento que sus familiares hicieron de los tatuajes fue suficiente para constatar la identidad. La autopsia al cuerpo hallado por pescadores el domingo a la mañana se iba a realizar ayer lunes pero fue postergada para ayer. «El cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición. La temperatura del agua fue fundamental para que el cuerpo no continúe descomponiéndose y suba a la superficie», habían señalado el domingo desde el Ministerio Público Fiscal.
Búsqueda
Ruth Cisterna sufría una fuerte depresión, y fue vista por última vez el 17 de julio en el barrio 400 Viviendas de Catriel. Ese día se despidió de la niñera de sus hijas y se suponía que iría a trabajar, como todos los días, a la casa del médico donde se encarga de la limpieza.
«¿Hoy no lleva la bicicleta?», le preguntó Susana Macaulife, su madre, según le contó al Río Negro, semanas atrás. Ella hizo un gesto negativo con la cabeza y dijo que caminaría. Tampoco llevó el celular, ni la mochila ni sus anteojos. Horas después, su hija mayor, de 12 años, encontraría una nota firmada por Ruth en un cuaderno que la angustió enormemente. Decía que no volvería y que se comunicaran con la abuela.
Desde entonces, la búsqueda incluyó rastrillajes intensos en zonas como el canal grande de Catriel y el río Colorado, con la participación de bomberos, protección civil, la brigada de canes de Cipolletti y la Policía de Río Negro
