Luego de los cruces, Alberto Fernández recibirá a la Mesa de Enlace

A la reunión están convocados los dirigentes de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y Sociedad Rural Argentina (SRA). La misma tendrá lugar este miércoles.

El presidente Alberto Fernández recibirá el miércoles próximo en la Casa de Gobierno a los integrantes de la Mesa de Enlace de Entidades Agropecuarias, informaron fuentes oficiales. 

A la reunión, prevista para las 15.30, están convocados los dirigentes de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), las Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), la Federación Agraria Argentina (FAA) y Sociedad Rural Argentina (SRA). 

La reunión se agendó horas después de que las entidades del campo solicitaron una audiencia con el Presidente para debatir propuestas sobre cómo estimular la producción y reducir costos que afectan su precio en góndola, y rechazaran un posible aumento de retenciones o la aplicación de cupos a la exportación de productos primarios. 

La reacción del sector se produjo luego de que ayer el Presidente planteó la posibilidad de aplicar tales medidas para evitar un traslado al consumidor del aumento del precio internacional de productos como la carne, el maíz y el trigo para, así, «garantizarle a los argentinos que tengan la comida que necesitan a precios razonables». En ese sentido, Fernández dijo que no está «contra el campo» sino enfocado en una recuperación del salario «en términos reales» después de una pérdida que, en los últimos cuatro años, «fue del 20 por ciento». «Lo que tienen que entender los productores es que los pastos no están dolarizados. La producción del maíz no está dolarizada. No pueden trasladar a la mesa de los argentinos los precios internacionales porque no producen a precios internacionales», señaló el Presidente. 

La convocatoria del mandatario a los ruralistas se da también en momentos en que el Gobierno nacional comenzará una instancia de diálogo con sectores empresariales y sindicales en procura de alcanzar acuerdos que tengan como premisa lograr la mejora real de los salarios por sobre los precios. 

Hoy, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, también se refirió al tema al asegurar que el diálogo con los representantes de la agroindustria no significa «resignar ninguna herramienta» del Estado. «Acá no se busca demonizar a nadie, no se dice que el campo es culpable de nada, todo lo contrario, estamos dialogando. De ninguna manera está cerrado el diálogo, sino que buscamos soluciones» explicó Kulfas al señalar que «en los últimos dos meses se vivió un proceso de incremento muy fuerte de los precios internacionales de los productos agrarios». Si bien las entidades del campo rechazaron la posibilidad de que se apliquen retenciones o cupos, pidieron revisar las distintas cadenas para constatar dónde se generan las distorsiones de precios, «que desde hace años suceden, en detrimento de productores y consumidores». 

Al respecto propusieron al Gobierno «eliminar o reducir esos impuestos –incluso en forma segmentada si lo quisiera- que fijar nuevas alícuotas o cupos a la exportación» y afirmaron: «De avanzar en este sentido errado, se desataría un nuevo conflicto con el campo». 

Para zanjar el debate, los ruralistas dijeron tener «un documento con 14 propuestas», que ya fue presentado a funcionarios nacionales, y que contiene sus ideas sobre cómo mejorar la producción, aumentar la oferta y, así, reducir el precio. 

«Con el objetivo de hablar sobre nuestras propuestas y aclarar las dudas que aun hoy pueda tener el Presidente sobre nuestro sector, quedamos a disposición para reunirnos con el primer mandatario», cerraron las entidades al insistir en que su actividad «incide ínfimamente en el precio final de los alimentos».

El gobierno ya había anticipado la semana pasada que un incremento en las retenciones figuraba en su agenda, cuando la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, señaló que a pesar de que el gobierno apuesta el diálogo, “no se descarta una suba de retenciones, no tenemos tantas herramientas y tenemos que usar todo lo que tengamos”.

En ese contexto, las cuatro entidades que integran la Mesa de Enlace (Sociedad Rural Argentina, Confederaciones Rurales Argentinas, Coninagro y Federación Agraria) hicieron público un pedido de audiencia al Presidente. “Aspiramos a reiterarle nuestras propuestas y a ampliar la información que necesite conocer acerca de nuestro sector, pues como Ud. sabe, no somos formadores de precios. Por el contrario, siempre hemos trabajado para abastecer la denominada “mesa de los argentinos”, así como también para producir los cereales, oleaginosas y proteínas que se exportan para dotar de divisas a las arcas estatales”, expresaron en su solicitud.Según las facultades que la ley de Emergencia Económica otorgó al Poder Ejecutivo en el comienzo de la administración de Alberto Fernández, el gobierno tiene aún la posibilidad de aumentar por decreto en 3 puntos porcentuales las retenciones al trigo y el maíz, desde el 12% actual hasta el 15%

En forma previa a ese pedido, la Mesa de Enlace había emitido un duro comunicado en respuesta a las palabras presidenciales. “Pocas veces en la historia democrática se vio a un Presidente dirigirse tan injustamente a millares de argentinos por el solo hecho de llevar a cabo una actividad lícita y noble, como es la producción de alimentos. Peor aún, amenazarlos públicamente frente al resto de sus compatriotas y al mundo, a partir de una acusación sin ningún tipo de fundamento, humillándolos, una vez más, con una actitud que no se condice con su investidura ni con la debida mesura e imparcialidad que debe exhibir la máxima autoridad de la Nación”, manifestaron.

“De avanzar en este sentido errado, se desataría un nuevo conflicto con el campo. Estamos convencidos de que exacerbar el ánimo de los productores es un gran error, especialmente en un momento en que se requiere mayor producción para poder mantener abastecidos los mercados en época de pandemia justamente a precios accesibles”, advirtieron.

Por otro lado, desde las entidades aseguran que es “ínfima” la participación de la actividad agropecuaria en el precio final de los alimentos y que el principal impulso para los aumentos en las góndolas no viene por el alza en los precios internacionales sino por la presión impositiva. “Sería mucho más fácil para el Gobierno eliminar o reducir esos impuestos, incluso en forma segmentada si lo quisiera que fijar nuevas alícuotas o cupos a la exportación, tan necesaria por cierto para la generación de divisas y la creación de empleo”, señalaron los dirigentes.

También reiteraron que las medidas que busca aplicar el Gobierno para frenar la suba de los precios, “en el pasado reciente fulminaron mercados y la imagen de nuestro país como productor y exportador, y socavaron el ánimo y la capacidad de inversión de los productores, reduciendo drásticamente la superficie sembrada y los volúmenes generados”.

Los integrantes de la Mesa de Enlace volverán a ser recibidos en la Casa RosadaLos integrantes de la Mesa de Enlace volverán a ser recibidos en la Casa Rosada

En la mencionada entrevista, el presidente encontró la explicación exactamente inversa para el alza de los alimentos de los últimos meses y la atribuyó a las ventas externas. “Para que la gente me entienda: China era un país que solo importaba carne envasada y había un número limitado de frigoríficos que tenían capacidad de exportar. Ahora, decidió importar carne con hueso, medias reses y el productor de carne tiene la posibilidad de vendérsela al carnicero o vendérsela a China a un precio enorme”, dijo Fernández.

“Yo necesito que ellos exporten porque necesito dólares que entren. Pero lo que no pueden es trasladar a los argentinos los precios internacionales porque no producen en precios internacionales”, agregó.

Según las facultades que la ley de Emergencia Económica otorgó al Poder Ejecutivo en el comienzo de la administración de Alberto Fernández, el gobierno tiene aún la posibilidad de aumentar por decreto en 3 puntos porcentuales las retenciones al trigo y el maíz, desde el 12% actual hasta el 15%. Ese mismo margen de tres puntos se lo había reservado para aumentar las retenciones sobre la exportación de soja (de 30 a 33%), pero ya lo usó en marzo de 2020. En cuanto a la carne, el actual tributo está en el 9% e incluso el Gobierno había recibido el pedido del Consejo Agroindustrial Argentino para reducirlas al 5%, una idea que quedó descartada.

Cualquier otro aumento de retenciones diferente a los mencionados debería pasar por el Congreso. En cambio, el Gobierno tiene potestades para establecer por decreto cupos o prohibiciones a la exportación. En el último día de 2021, por caso, decretó prohibir la exportación de maíz para contener los precios internos: diez días después, tuvo que anular la medida.

Con información de Télam e Infobae