La esperanza del sector agropecuario está depositada en que los pronósticos se cumplan y el fenómeno climático de La Niña emprenda su desaparición en los próximos meses.
En este sentido, la licenciada en Ciencias de la Atmósfera del Instituto del Clima y Agua del INTA Natalia Gattinoni, anticipó que hacia febrero y marzo “se prevé un trimestre con lluvias que podrían estar en el rango normal sobre Mendoza, La Pampa, Buenos Aires y zona núcleo y el litoral con lluvias entre normales e inferiores, por lo que podría continuar este panorama con temperaturas más cálidas sobre el área central y más templadas sobre el extremo norte del territorio”.
En conjunción con este pronóstico, algunos indicadores del océano y la atmósfera muestran a La Niña con “signos de debilitamiento entre enero y abril y los modelos prevé con mayores chances de ir hacia una transición a una fase neutral a finales de verano y principio del otoño. No obstante, mes a mes vemos cómo va evolucionando, porque este fenómeno sigue presente”.
“Con mayores chances se prevé de ir hacia una transición a una fase neutral, a finales del verano y principio de otoño” (Gattinoni)
“Esto nos da la esperanza de que de a poco las condiciones meteorológicas se vayan normalizando. Es un proceso lento, no solo en la atmósfera sino en el contenido hídrico de los suelos, que se tienen que ir recuperando. Todos los modelos y predicciones tienden hacia la neutralidad”, concluyó Gattinoni.
Según un informe, casi el 55% del territorio de Argentina está atravesado por la problemática, que va de “anormalmente seco a sequía extrema y excepcional”. Las zonas más complicadas
Por su parte, la BCR en su último informe GEA de la Zona Núcleo, sostuvo que los efectos de La Niña continúan presentes y que el fenómeno “retrocede menos de lo esperado”.
Así, el consultor de la entidad Alfredo Elorriaga indicó que “la anomalía de la temperatura superficial del Pacífico solo mejoró 0,1ºC en los últimos treinta días (pasó de –1 a -0,9), mostrando un calentamiento mucho más lento que lo esperado, ya que se estimaba que alcanzase el valor de -0,8″.
«Con toda esta información concurrente es poco probable que transitemos el mes de enero con lluvias normales, aunque todavía es posible que el primer mes del año concluya con un balance pluvial más alentador que diciembre 2022″, concluyó el informe.