En la madrugada de este viernes, Irán volvió a lanzar una andanada de misiles balísticos contra el sur de Israel, profundizando un conflicto sin precedentes que ya lleva una semana desde su estallido. Los ataques, que se concentraron nuevamente en la ciudad de Beersheba, dejaron al menos 17 personas heridas, dos de ellas en grave estado, según informaron autoridades israelíes.
El impacto de uno de los misiles provocó incendios en las inmediaciones del Parque de Tecnologías Avanzadas Gav-Yam Negev y daños considerables en un edificio de seis plantas, además de vehículos calcinados. En tanto, el servicio de emergencias Magen David Adom confirmó siete heridos leves por contusiones, inhalación de humo y crisis de ansiedad.
Esta nueva ofensiva se suma al ataque del jueves, cuando otro proyectil impactó en el Hospital Soroka de Beersheba, provocando 72 heridos y destrucción parcial en una de las alas del centro de salud. Ante los hechos, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) reactivaron sus sistemas antimisiles y ordenaron a la población refugiarse en estructuras subterráneas.
En respuesta, Israel lanzó nuevos bombardeos sobre objetivos militares en territorio iraní, incluyendo tres lanzaderas de misiles y la ubicación de un comandante del régimen involucrado en los disparos.
El conflicto, que comenzó el 13 de junio con una ofensiva israelí contra instalaciones vinculadas al programa nuclear iraní, ha escalado rápidamente en una serie de ataques cruzados que afectan tanto infraestructura militar como civil.
La comunidad internacional observa con creciente preocupación el recrudecimiento del enfrentamiento, que amenaza con extenderse a otros actores en la región.
