Tremendo giro en Avellaneda: Racing pasó del festejo al lamento en segundos

Lo que parecía una victoria agónica para Racing terminó en una derrota dolorosa y polémica. En el minuto 49 del segundo tiempo, Adrián “Maravilla” Martínez pasó de héroe a villano en cuestión de segundos, en un desenlace que dejó al Cilindro de Avellaneda al borde del estallido.

El gol que no fue

Santiago Sosa envió un centro preciso al área y Martínez, en posición adelantada muy fina, conectó de cabeza para marcar el 1-0. El estadio explotó. Pero el festejo duró poco: el VAR, a cargo de José Carreras, llamó al árbitro Nicolás Lamolina para revisar el inicio de la jugada.

Lo que se descubrió fue determinante: segundos antes del gol, Martínez había impactado con fuerza a Facundo Bruera en el área de Racing al intentar rechazar la pelota. Aunque tocó primero el balón, el recorrido de su pierna terminó golpeando al delantero de Barracas, en una acción que pasó inadvertida en el campo pero fue evidente en la repetición.

Penal 100% VAR

Lamolina anuló el gol y sancionó penal para Barracas, en medio de un clima caliente por las protestas del banco de Racing, que incluyeron la expulsión de Gustavo Costas. “No te quedes con el gol anulado porque es offside. Y el penal es claro”, le explicó el árbitro al capitán Gabriel Arias tras el partido.

La transmisión televisiva confirmó que Martínez estaba en offside al momento de cabecear, aunque por milímetros. Pero lo que realmente cambió el destino del partido fue el penal.

De Maravilla a pesadilla

Insua, hijo del DT de Barracas, ejecutó con clase y zurda el penal que selló el 0-1 definitivo. Racing, que había rozado el triunfo, terminó con las manos vacías y una bronca monumental.

El Cilindro estalló

Los hinchas de Racing no se guardaron nada: cantaron contra Claudio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA y ex titular de Barracas. La relación familiar con el club sigue vigente: uno de sus hijos es el presidente actual del Guapo y otro, el capitán del equipo.