En un duelo en el que no abundaron las situaciones de peligro, los encargados de destruir juego se destacaron más. Izquierdoz, López Marcone, los mejores de la visita. Martínez Quarta y Enzo Pérez, los top en el local.
El primer Superclásico de 2019 terminó 0-0: por la quinta fecha de la Superliga, River y Boca no se sacaron ventaja en el Monumental, en un encuentro en el que el local fue mejor, pero le faltó claridad para la última puntada; y en el que la visita cerró con pericia su arco, resultó natural que las figuras del encuentro fueran los futbolistas de contención o destrucción. Así, por caso, los arqueros y los centrales se destacaron en un partido de vuelo bajo, que promete emociones más intensas en la serie de semifinales de la Copa Libertadores, a disputarse en octubre.
RIVER PLATE
Franco Armani (6): dos participaciones importantes. El remate de Alexis Mac Allister que desvió con la punta de los guantes en el inicio del segundo tiempo y el tiro libre de Tevez que rechazó por encima del travesaño sobre el epílogo.
Gonzalo Montiel (5): una buena incursión suya, apareciendo por sorpresa en el segundo palo -remato alto- fue de lo más profundo de River en el primer tiempo. Combativo y esforzado, en la marca eno sufrió sobresaltos y le costó más la proyección.
Paulo Díaz (5): cumplió. No cometió errores, junto a su compañero de zaga contuvieron a Jan Hurtado -Soldano supo fajarse mejor-, aunque fue algo desprolijo en la salida.
Lucas Martínez Quarta (6): tuvo dos oportunidades para romper el cero. A los 6′ del segundo tiempo, bajó el balón Borré, recibió de De la Cruz, pero su remate se fue alto. Luego, un cabezazo suyo salió suave y contuvo Andrada. Además, fue el mejor de la defensa.
Milton Casco (6): con mucho empuje en las proyecciones. El lunar: la jugada en la que simuló penal en el borde del área cuando pudo haber seguido. Fue amonestado por cortar la frenética corrida de Villa.
Enzo Pérez (6): de lo mejor del primer tiempo, por ubicación, agresividad y pase preciso. El abanderado de la presión alta del dueño de casa. Luego, condicionado por la amarilla y por la marca de Capaldo, quien se le pegó con buen tino como estampilla, bajó el nivel.
Exequiel Palacios (4): el Millonario necesita más de él. En el primer tiempo, poco participativo; apenas una pelota filtrada interesante. En la segunda parte comenzó con un remate desde el borde del área que salió desviado. Fue reemplazado.
Nicolás de la Cruz (5): de mayor a menor. Comenzó hiperactivo, buscando desequilibrar por el lado de Weigandt, pero luego su influencia se diluyó. Con algunos chispazos, mostró desequilibrio, pero no fue suficiente.
Nacho Fernández (5): de arranqe, abusó del centro, apareció solo en varias oportunidades, pero terminó mal la mayoría de sus participaciones. Mejoró en la segunda parte, con mayor influencia en las acciones. Esfuerzo mayúsculo el del ex Gimnasia, quien arrastra una lesión muscular.
Rafael Santos Borré (5): movedizo, primera espada del pressing, aunque sin espacios para su diagonal. Cuando salió Pratto, sin brindar referencia, jugó más de centroatacante y tuvo una chance concreta, tras centro de Suárez: tapó Andrada.
Lucas Pratto (4): voluntarioso, jugó mucho lejos del área en el afán de pivotear y participar del armado, pero no pesó donde River más lo necesita.
Matías Suárez (6): entró inquieto y le dio otra vivacidad al ataque de River. Porovó faltas y asistió a Borré en la pelota que tapó Andrada
Cristian Ferreira (-): jugó menos de 15 minutos. Un tiro libre por encima del travesaño, alguna gambeta, pero no le alcanzó para inquietar a Andrada.
Ignacio Scocco (-): otro ingresado sobre el final, para intentar darle la ventaja a River.
BOCA JUNIORS
Esteban Andrada (6): seguro, bien ubicado, contuvo un remate de De la Cruz y la arremetida de Borré en la segunda parte. Transmitió serenidad y dejó su huella en la historia del club apuntándose un récord que le pertenecía a Antonio Roma.
Marcelo Weigandt (5): River volcó el ataque mayoritariamente en su sector; de arranque padeció la habilidad de De la Cruz, luego logró contenerlo y fue salida. Más preocupado por la faceta defensiva, como todo el equipo.
Lisandro López (6): amonestado muy rápido, cuando River apostó a la pelota aérea, se impuso. Asistido por la estructura del equipo, que le ofreció pocos espacios al rival, se lució en la tarea sucia.
Carlos Izquierdoz (6): con personalidad y sin temor a ruborizarse ante alguna desprolijidad, ganó de arriba y de abajo y fue el mejor de la cancha, en el contexto de un clásico mediocre. Pratto y Borré quedaron bajo su influjo. Clave en la estrategia pergeñada por Gustavo Alfaro.
Frank Fabra (4): el peor de la defensa de Boca. Más acostumbrado al despegue, cometió algunos errores infantiles que pudieron haberle costado caro al Xeneize. Tampoco se destacó por brindarle oxígeno a su equipo cuando logró salir del asedio.
Daniele De Rossi (4): un soldado en la resistencia; integrante de la línea de tres mediocampistas centrales dispuesta por Alfaro para destruir la elaboración de River. Ordenado, pero casi nula participación en el circuito de juego.
Iván Marcone (6): mejor en el segundo tiempo que en el primero. Sin De rossi y con el doble 5 más definido con Capaldo, aprovechó su ubicación y buen pie para brindar equilibrio, romper y tocar.
Nicolás Capaldo (5): otro que levantó en la segunda parte. Su función, impedir el pase limpio de Enzo Pérez, quedó mejor cumplida en la segunda etapa. Despliegue en dosis industriales.
Alexis Mac Allister (6): sacrificado, aceptó su rol esforzado y, en los pocos momentos en los que Boca tuvo la pelota, fue el más claro. Dispuso de la mejor oportunidad de la visita, a los 7 minutos del segundo tiempo, cuando remató cruzado y rasante, y Armani atajó con la puntita de los guantes.
Franco Soldano (5): como ante Banfield, encuentro en el que Boca resistió más de lo que jugó, se movió sobre la izquierda, volanteando más que en su rol natural de delantero. Recién con el ingreso de Villa por Hurtado pasó a ser ariete. Y de espaldas mejoró la faena del venezolano.
Jan Hurtado (3): a contramano de las jugadas, perdió en el roce físico y casi nunca pudo aguantar la pelota. En su defensa: mientras estuvo en campo, Boca atacó poco y la soledad conspiró contra su rendimiento.
Sebastián Villa (6): un par de corridas suyas sacaron a Boca del asedio y generaron problemas en el lateral derecho de River. Su posición permitió que Soldano se liberara como delantero y el Xeneize tuviera alguien que rebotara de espaldas con mayor criterio.
Emanuel Reynoso: entró a 20 minutos del final y metió algún estiletazo interesante, pero con lagunas y con la dificultad del planteo no favoreció sus virtudes.
Carlos Tevez: dio la sensación de que mereció más minutos. Un tiro libre que sacó Armani por encima del travesaño y un par de toques de calidad, su aporte al clásico.
Fuente: Infobae y Minuto 1