Con doblete de Cole Palmer y un golazo de Joao Pedro, los Blues se alzaron con el título en Nueva Jersey. Enzo Fernández fue titular.
Chelsea escribió una página dorada en su historia tras golear 3-0 al París Saint-Germain y consagrarse campeón del Mundial de Clubes, en una final tan inesperada como contundente. En el imponente MetLife Stadium, los Blues se impusieron con autoridad frente al reciente ganador de la Champions League.
La gran figura fue Cole Palmer, que se robó todos los flashes con un doblete de crack. El joven inglés deslumbró con su calidad y temple en momentos decisivos. El tercero, un verdadero golazo de Joao Pedro, liquidó cualquier intento de reacción francesa y selló el resultado que nadie esperaba. Para colmo, el PSG sufrió la expulsión de Joao Neves, que vio la roja y dejó a los suyos con diez en pleno desconcierto.
El equipo de Enzo Fernández, que arrancó como titular pero tuvo que ser reemplazado por una molestia física, no solo logró levantar el trofeo, sino que lo hizo con un fútbol agresivo, eficaz y sin complejos. El flamante campeón dejó en claro que, aunque no llegaba como favorito, sabe plantarse en las grandes citas y hacer historia.
El Mundial de Clubes tuvo una final de alto voltaje… pero con un solo dueño. Los londinenses se llevan la copa y, de paso, un golpe de autoridad que promete resonar por mucho tiempo.
Con información de TyC Sports
