El equipo dirigido por Marcelo Méndez triunfó por 3-2 con parciales de 25-23, 20-25, 20-25, 25-17 y 15-13. Después de 33 años, Argentina vuelve a subirse al podio en la disciplina tras la conquista en Seúl 1988.
El seleccionado argentino masculino de vóley hizo historia y le ganó la medalla de bronce a Brasil en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. El primer parcial quedó para los argentinos por 25-23. En el segundo set, el equipo brasilero mejoró su nivel y se llevó la manga por 25-20. Un resultado similar al que figuró en el tercer set (25-20). El cuarto fue para Argentina por un contundente 25-17. Y en el tie break, el equipo de Marcelo Méndez dio el golpe con un 15-13.
Después de 33 años, de aquel bronce en Seúl 1988, el vóley argentino se sube al podio olímpico por segunda vez en su historia.
Fue un primer parcial de alto vuelo el que jugó el equipo argentino. Con un Facundo Conte activo y certero en sus ataques -terminó con 9 puntos el set-, sumado al estupendo armado de Luciano De Cecco, se notó la concentración y el espíritu de los de Méndez, que enviaron un claro mensaje tras la derrota ante Francia y se quedaron con la manga inicial por 25-23.
Ya en el segundo set, Brasil mejoró su efectividad en el saque, que había tenido tres errores en el comienzo. Con el poderío en la ofensiva de Wallace y Lucareli, más el ingreso positivo de Douglas, los campeones olímpicos en Río 2016 se hicieron fuertes para poner paridad en el resultado gracias al 25-20 para los brasileños.
El tercer período fue de menos a más para el seleccionado argentino de vóley. Llegó a ponerse a cuatro puntos de distancia de Brasil (6-2), pero el recambio de los brasileños, sumado a varios errores de Argentina en el ataque bastaron para que los campeones en la última edición de los Juegos Olímpicos tomaran ventaja y volvieran a quedarse con el parcial por 25-20.
Inmejorable fue la actuación de los dirigidos por Marcelo Méndez en el cuarto período. Con un ataque explosivo de la mano de Bruno Lima, sumado al fantástico trabajo del bloqueo (6/17) con Agustín Loser como referente, Argentina mantuvo la diferencia y cerró con un contundente 25-17.
El tie break se jugó con el corazón en la mano. Y ahí apareció otra vez Loser, el hombre que jugó el mejor set de su vida, y con la camiseta de la selección de vóley, para que Argentina se quede con el parcial por 15-13 y una medalla de bronce histórica.
Los dirigidos por Méndez quedaron en la historia en esta nueva edición del clásico sudamericano. El equipo albiceleste repitió de este modo la hazaña lograda hace 33 años en Seúl 1988, donde el conjunto nacional sumó la única medalla de bronce en un juego olímpico, justamente ante el mismo rival.
Pese a haber tenido una actuación memorable durante toda la cita olímpica, el equipo nacional había caído en semis ante Francia por 3 a 0 (25-22, 25-19 y 25-22) y se había quedado en la puerta de acceder a su primera final olímpica. La última vez que el vóley argentino había estado en una semifinal en un Juego Olímpico había sido Sydney 2000, donde tampoco pudo meterse en la pelea por el oro tras caer ante Rusia por 3-1.
Pese a ello, en esta oportunidad tuvo su revancha ante el poderoso elenco brasileño, oro en Río 2016, que venía de ser derrotado en la otra semifinal por Rusia por 3-1 (18-25, 25-21, 26-24 y 25-23). Fue el segundo choque en esta cita olímpica, ya que Brasil venció 3 a 2 a Argentina en el encuentro correspondiente a la fase de grupos.