CONCIENCIA AMBIENTAL- Día Mundial del Medio Ambiente: una oportunidad para reflexionar

Hoy se conmemora el Día Mundial del Medio Ambiente, una oportunidad para reflexionar sobre el impacto del ser humano en el planeta, este año, enmarcado en el contexto de una pandemia a raíz de un virus que nos llevó a un confinamiento que nos ha dejado postales que nunca habíamos visto.

Esta conmemoración invita a la reflexión, a pensar y repensar las acciones que, como sociedad, podemos adoptar en favor de lograr una armónica relación entre nuestra forma de vida y el equilibrio del medioambiente. 

Es necesario entonces, que la sostenibilidad se convierta en el nuevo gran pilar de los valores corporativos y personales. Es hora de restaurar nuestros bosques, detener la deforestación, invertir en la gestión de las áreas protegidas e impulsar mercados para los productos sostenibles.


También es importante impulsar una sociedad más adaptativa, resiliente, renovable y que sea capaz de conservar los servicios ambientales que ofrece la biodiversidad de nuestros ecosistemas.

La aparición del Coronavirus  ha puesto en evidencia que cuando destruimos la biodiversidad, atentamos contra el sistema que sustenta la vida humana. La deforestación, la invasión de hábitats de vida silvestre, la agricultura intensiva y la aceleración del cambio climático han alterado el delicado equilibrio de la naturaleza. Si continuamos en este camino, la pérdida de biodiversidad tendrá graves consecuencias para la humanidad, incluido el colapso de los sistemas alimentarios y de salud.


Los seres humanos nos adaptamos al entorno y actuamos por acción u omisión de acuerdo con pautas que pueden o no gustarnos, pero que la mayoría no cuestiona, es por eso que aceptamos el absolutismo del progreso y sus secuelas. Ahí nace el gran problema para el cual no logramos vislumbrar las soluciones factibles y sobre todo posibles.

Los graves problemas ambientales, no son solamente de naturaleza material o económica, sino que además tienen su raíz profunda en lo psicológico, lo moral, lo político, atravesado todo ello por un individualismo dañino y la pérdida de valores en torno a la trascendencia como sociedad con objetivos comunes, comprando nuestras ideologías o pretendiendo tapar el sol con la mano.

Quienes defienden la vida, vienen alertando de forma variada y precisa sobre la contaminación ambiental, pero poco o casi nada se analiza sobre una forma de contaminación más preocupante, que es la de las conciencias, dominada por el paradigma del consumo irracional y el tener, como factores de elevación y éxito social.


Por lo tanto, los esfuerzos del Día Mundial del Medio Ambiente se centran en motivar a las personas y comunidades para que se conviertan en agentes activos y morales del desarrollo sostenible, como así también en el cambio de actitud hacia temas ambientales.

Por todo esto se invita a las personas a pensar que la realidad está ahí, a las empresas a desarrollar modelos más ecológicos, a los gobiernos a proteger las zonas salvajes, a los profesores a educar en valores naturales y a los jóvenes a alzar la voz por el futuro del planeta. Esta es una tarea que requiere del compromiso de todos nosotros.

Por: Robert Lizárraga
Fuente: www.un.org