CONCIENCIA AMBIENTAL: ¿Ha estado la Tierra alguna vez tan caliente como ahora?

¿Irías de vacaciones al Polo Norte? A menos que te gusten las temperaturas bajo cero y las caminatas de esquí nórdico, probablemente no. Pero si hubieras vivido hace 56 millones de años, habrías disfrutado de temperaturas suaves y de un exuberante paisaje verde.

Eso se debe a que el mundo se encontraba en medio de un período extremo de calentamiento global, llamado el Máximo Térmico Paleo-Eoceno, cuando la Tierra estaba tan caliente que incluso los polos alcanzaban temperaturas casi tropicales.


Resulta que la Tierra ha pasado por períodos de calentamiento extremo más de una vez. Los polos se han congelado y descongelado y vuelto a congelar. Ahora, la Tierra se está calentando de nuevo. Aun así, el cambio climático de hoy es una bestia diferente, y claramente no es sólo parte de un ciclo natural.

El clima de la Tierra oscila naturalmente a lo largo de decenas de miles de años, sus rotaciones alrededor del sol cambian lentamente, llevando a variaciones en todo, desde las estaciones hasta la luz solar. Parcialmente como resultado de estas oscilaciones, la Tierra atraviesa períodos glaciales (más conocidos como edades de hielo) y períodos interglaciares más cálidos.

Pero para crear un evento de calentamiento masivo, como el Máximo Térmico Paleo-Eoceno, se necesita más que un cambio en la inclinación del eje de la Tierra, o la forma de su trayectoria alrededor del sol. Los eventos de calentamiento extremo siempre involucran al mismo culpable invisible, uno con el que estamos muy familiarizados hoy en día: una dosis masiva de dióxido de carbono, o CO2.


Este gas de efecto invernadero fue casi seguro responsable del Máximo Térmico Paleo-Eoceno. Pero, ¿cómo llegaron las concentraciones de CO2 a ser tan altas sin los humanos? Los científicos no están absolutamente seguros, su mejor conjetura es que los volcanes arrojaron dióxido de carbono a la atmósfera, atrapando calor, y tal vez derritiendo bolsones congelados de metano, un gas de efecto invernadero más potente que el CO2 que había sido secuestrado durante mucho tiempo bajo el océano. Sólo porque los eventos de calentamiento extremo estimulados por los gases de efecto invernadero hayan ocurrido antes, no significa que estos eventos sean inofensivos.

Tomemos, por ejemplo, el evento de la extinción del Pérmico-Triásico, que ocurrió unos pocos millones de años antes de que los dinosaurios aparecieran en el planeta. Si la palabra «extinción» no es un indicio suficiente, aquí hay una pista: fue un desastre absoluto para la Tierra y todo lo que hay en ella, alrededor del 95% de la vida marina y el 70% de la vida terrestre se extinguieron.

Las temperaturas subieron 10ºC, muy por encima del aumento de 1, 2º C de temperatura que hemos visto desde que los humanos comenzamos a quemar combustibles fósiles. Pero es la tasa de cambio en las concentraciones de CO2 lo que hace que la situación actual no tenga precedentes.

Durante los eventos de extinción anteriores pasaron miles de años para que las temperaturas se elevaran tanto como lo hicieron, de acuerdo con algunos estudios, hasta 150.000 años. En tanto el calentamiento de hoy en día sólo ha tardado 150 años. Esa es la mayor diferencia entre el cambio climático de hoy y los máximos climáticos del pasado. También es lo que hace que las consecuencias del cambio climático actual sean tan difíciles de predecir.


La preocupación no es sólo «que el planeta se está calentando». La preocupación es que no sabemos cuán rápido es demasiado rápido para que la vida se ajuste a los eventos de calentamiento, ningún experto podría decir que el ritmo actual de calentamiento no tendrá consecuencias dramáticas, simplemente no sabemos cuán dramáticas.


Por Robert Lizarraga.
Fuente: climaterra.org