El gremio docente salió al cruce de los dichos de la ministra de Educación Marcela Feuerschvenger, quien había responsabilizado al sindicato por el cierre de la paritaria.
Desde UTELPa asguraron: «rechazamos de forma categórica las declaraciones de la ministra, que intenta responsabilizar a la docencia por el cierre de la paritaria cuando fue el propio Ministerio de Educación quien llegó sin una sola propuesta salarial a la mesa de negociación».
«La docencia pampeana concurrió como siempre: con responsabilidad, con mandatos claros y con la urgencia que impone la pérdida del poder adquisitivo. El Ministerio, en cambio, no llevó ninguna oferta, tampoco respuestas concretas, y evitó cualquier definición real sobre el salario docente», afirmaron.
Y agregaron: «Frente a esta falta absoluta de propuesta, la única iniciativa del Ministerio fue pedir un cuarto intermedio para el 11 de diciembre, una fecha elegida estratégicamente cuando las escuelas ya están cerrando el año, sin estudiantes y con equipos directivos abocados a tareas administrativas».
«Es evidente que pretenden dilatar y trasladar la discusión a un momento en el que la docencia tiene menos herramientas para reclamar y menos margen para incidir», se quejaron desde UTELPa.
Además, el Ministerio tampoco respondió sobre un tema de enorme preocupación en toda la provincia:
la situación de las y los docentes en disponibilidad, quienes esperan definiciones desde hace meses sin ninguna respuesta de la cartera educativa.
Por eso desde el gremio plantearon: «no es la docencia ni su organización sindical la responsable de que la paritaria no avance; es el Ministerio de Educación, que llega tarde, sin propuesta, sin respuestas y sin voluntad de dar soluciones antes de fin de año».
«La docencia pampeana exige respeto, información clara y una negociación real, no maniobras dilatorias ni acusaciones que buscan desviar la atención de la falta de gestión», continuaron en un duro documento.
Y manifestaron: «UTELPa seguirá defendiendo los derechos laborales, el salario y la estabilidad de todas y todos los trabajadores de la educación, frente a cualquier intento de trasladar responsabilidades que no nos pertenecen».
Por último plantearon: «La docencia merece propuestas, no silencios ni postergaciones».








