Transcurrieron cuatro días del inicio de la Feria Provincial del Libro, llevada a cabo en las instalaciones del Centro Cultural Medasur y las señales son alentadoras. Hubo algunas interesantes presencias nacionales. Por ejemplo, El editor Walter Marini, Ramón Terruella, Daniela Magnelli, Alejandro Dujovne, uno de los redactores de la Ley del Libro, y Diego Boris, el presidente del Instituto Nacional de la Música.
En lo que respecta a ventas de libros, las cifras son muy buenas. No sólo eso, sino que la amplia y temprana concurrencia al evento durará hasta mañana, lo que es motivo de celebración y más que un buen augurio.
Dentro de las actividades realizadas, es destacada la participación de editoriales y mucha actividad desplegada por las bibliotecas populares de Santa Rosa. El viernes, en el marco de la capacitación destinada bibliotecas populares con Marisa Negri, se presentaron los números uno de las revistas de la dirección de Patrimonio y del Museo de Historia Natural de la Secretaría de Cultura del Gobierno de La Pampa.
En cada jornada la carpa de editoriales, ubicada en los jardines del Medasur recibe a sus lectores, quienes recorren, preguntan y se interiorizan por las distintas ofertas que allí se ofrecen.
El editor Walter Marini, detrás del stand de la editorial Sudestada, atiende a los lectores que pasan, se acercan, miran, preguntan y cuenta sobre sus publicaciones.“Hace 18 años que venimos publicando una revista que luego se transformó en editorial y en librería. Contamos con diferentes colecciones, tenemos cuadernos de Sudestada que incluyen biografías, trabajos periodísticos, de género, históricos, especializados algunos en Medio Oriente. Hace muy poco que empezamos a editar ficción y además contamos con una colección infantil. En líneas generales abarcamos todo lo que es revista, cuadernos y literatura infantil. La sensación es bastante positiva, de lo que va de estos días de feria, hemos vendido bastante bien, se nota el interés por parte de los lectores en donde tienen la posibilidad de recorrer y elegir, hay muy buen material de contenidos en todos los stands. Las ferias son muy importantes en cuanto a ventas, sobre todo como en nuestra editorial, que somos autogestiva, la cual no recibimos ni aportes privados, ni públicos, lo que hace que se mantenga solo con la venta y los canales de distribución que son propios”.
La editorial que conduce Ramón Terruella, de la editorial Mil Botellas, lleva 12 años publicando narrativa de ficción, como lo es cuentos y novelas. “Mis expectativas son siempre extender el proyecto editorial, hacer conocer el catálogo, aparte de las ventas (que son importantes) me interesa además, crear y construir nuevos lectores para que en la próxima feria nos puedan visitar ya sabiendo que es lo que ofrecemos. Ser una editorial independiente por un lado, nos permite tener un catálogo diferente a las grandes editoriales, una estética que apueste algo que no se encuentre en el mercado y que realmente es bueno. Cuando hablo de apostar, no se refiere solamente apostar en la ganancia o en la buena venta, sino apostar a la estética, después hay una serie de circuitos que son difíciles como es ubicar el libro el autor.”
Alejandro Reinoso de la ciudad de Córdoba, con su editorial Taller Perronautas nos cuenta que se distingue de los demás, por sus libros experimentales y conceptuales. “En esta oportunidad estoy con los chicos de Buen Gusto Ediciones, que hacen historietas mangas y libros ilustrados; Cuervo Lobo, con libros de género de terror y Oráculo, que hace libros de terror e historietas. Alejandro se refiere al contexto desalentador en el que se encuentra el mercado editorial los últimos años, “si bien la situación económica es muy mala para todo el sector, nosotros tenemos la ventaja que nuestras estructuras son muy chicas, no necesitamos vender una cantidad de libros para seguir trabajando, con una salida de 100 / 200 libros nos permiten hacer otras tiradas. El problema es que tenemos los costos de producción dolarizados, papel tóner, impresión y ahora lamentablemente, los libros se han convertido en algo de lujo. Nos suben los costos, nos bajan las ventas. Este es el segundo año que estamos en La Pampa, muy contentos con la participación y destacamos la organización del sector, el lugar que nos dan y la atención”.
Daniela Magnelli, de la ciudad de Buenos Aires, junto a su editorial Estudio Mafia, es la primera vez que participa de la Feria, “lo lindo de estos encuentros es que podemos mostrar nuestro material, en nuestro caso imprimimos básicamente historietas y artes gráfico. La idea es venir, compartir y mostrar. Hemos recibido muchos lectores, si bien tenemos algunas historietas para chicos, la mayoría es para adultos. Nuestra editorial tiene su propio taller, imprimimos, grabamos, buscamos a los autores, nos editamos a nosotros mismos, porque todos somos dibujantes y nos movemos nosotros, trabajamos a pulmón”.
“Siempre las expectativas son muy buenas cuando uno participa de las ferias”, afirma Gustavo Calcaterra, de Búho Rojo Libros y de la editorial Tela, Papel y Madera. Gustavo se refiere a la importancia de las ferias, “hace tres años que venimos a La Pampa, nuestro stand muestra un género infantil, juvenil y algo de material para docentes. Al ser una editorial independiente, tenemos más trabajo en algunos aspectos, pero también está la libertad que te permite moverte de otra forma. Para una editorial con estas características, las ferias son un punto muy importante en lo que respecta a venta y exposición. Las ventas vienen muy bien, hemos vendido bastante. Quiero destacar la organización, la carpa está muy bien puesta, muy bien adornada, cuenta con un pasillo grande, que permite la buena circulación de la gente, los puestos están con más aire, todos aspectos más que positivo”.
Alejandro Dujovne, uno de los redactores de la Ley del Libro
La creación del Instituto Nacional del Libro busca que ese sector, desde el Estado, se haga de recursos propios y tenga otra incidencia en la toma de decisiones para que haya políticas de largo plazo.
Así lo resumió Alejandro Dujovne, uno de los impulsores de esa iniciativa y redactor del núcleo de la ley que debate el Congreso Nacional. Dujovne estuvo en nuestra ciudad participando de la Feria del Libro. Es doctor en Ciencias Sociales e investigador del CONICET. Habló sobre el proyecto para crear el Instituto Nacional del Libro.
“Desde hace casi dos años estoy colaborando en la redacción y en la discusión pública de un proyecto de ley de creación de un Instituto Nacional del Libro. Sería un análogo al de cine, o al de teatro, o al INaMu de la música”, señaló.
Aludió a la crisis que se vive en el rubro: “Se están viviendo los golpes de una economía en recesión, pero también de un Estado sin mecanismos para amortiguar el golpe más inmediato de una crisis”.
“Pero va más allá de esta situación coyuntural, esta ley tiene el objetivo de crear dentro de la órbita del Estado, en este caso sería la Secretaría de Cultura y eventualmente un Ministerio de Cultura, un ente autárquico con recursos propios que tenga capacidad de incidir en las políticas del libro”, apuntó.
Aclaró que el objetivo es “poder pensar por primera vez en políticas de largo plazo, estables. Entonces ya no va a depender de la buena o mala voluntad, o del interés de un funcionario. Va a haber un ente, un instituto, donde los propios actores, que son editores, escritores, escritoras, libreros, libreras, traductores, van a poder tomar la palabra y decidir sobre qué priorizar, hacia dónde y cómo asignar recursos”, enumeró.
Dujovne contó que para la realización del proyecto consultaron a los integrantes de la cadena productiva del libro: escritores, sindicatos, distribuidores. La iniciativa está en el Congreso pero “sigue siendo discutida y mejorada con la idea de que el año que viene pueda ser sancionada y reglamentada para que empiece a funcionar”.
“Lógica federal”
Otra presencia en la Feria del Libro fue la del presidente del Instituto Nacional de la Música, Diego Boris. Brindó la charla “Políticas públicas para la música y la danza, legislación de la actividad”.
Boris dijo que desde el INaMu intentan fomentar proyectos musicales “con lógica federal pero que puedan tener la información para convertirlos en proyectos que puedan ser productivos y sostenibles en el tiempo. Siempre y cuando grupos y solistas tengan un compromiso con lo que hacen”.
“Apenas tiene cinco años el Instituto pero hasta ahora se ha logrado cumplir las metas, producto de un compromiso desinteresado, en términos económicos, de más de 70 representantes de organizaciones de músicas y músicos de todo el país. Esta experiencia sería imposible si no hubiera una articulación con la actividad musical organizada, en todas las provincias”, indicó.
Afirmó además que las “normas son muy importantes porque tienden a tender puentes entre la actividad musical y las políticas públicas. Una cosa son los ministerios y la Secretaría de Cultura, que tienen la función de hacer política cultural para la sociedad, y otra cosa son los organismos como INaMu o el INCAA, que tienen la función de hacer política cultural para el sector”.
Fuente: Prensa provincial y El Diario