Sin dudas la Panadería “La Vascongada” no es un comercio más, es parte de la historia de la localidad de Embajador Martini. Este año arriba a sus 100 años de vida, acompañando el desarrollo de la comunidad y sus habitantes.
Este año en un momento bastante particular del país y el mundo, La Vascongada está de festejo, ya que está arribando a su centenario, luego de recorrer un largo camino de crecimiento y progreso, pero también atravesar años difíciles como consecuencia de los vaivenes económicos.
Hoy Gustavo Ariaudo es la cara visible, junto a su esposa Marta, pero detrás de ellos hay una familia apuntalando el emprendimiento familiar.

Si nos remontamos a los comienzos de La Vascongada, podemos decir que en el año 1920, un inmigrante Sebastián Tellería y su familia comenzaron a trabajar en una panadería, a la cual llamaron «La Vascongada», porque él y su familia, vascos por naturaleza, habían venido de la Región de las Vascongadas, San Sebastián, Gipuzkoa.

A lo largo de estos 100 años el próspero emprendimiento familiar siguió funcionando con la misma estructura, en el mismo pueblo, en el mismo lugar, en la misma calle y con la misma corriente de sangre de manera ininterrumpida.
Marina Ariaudo, una de las generaciones que forman parte de este emprendimiento familiar relató; “también nuestra abuela Elena Pérez de Ariaudo y su hermano Luis (Nietos de Sebastián), junto al abuelo José Ariaudo y sus hijos Beatriz, Fernando y Pepe, siguieron con la tradición».

«Mi padre Pepe junto a mi madre Carmita, hasta el año 2008 estuvieron a cargo de la panadería para luego quedar en manos de mi hermano Gustavo Ariaudo que junto a Marta su esposa, desde ese entonces son dueños de este antiguo comercio de Embajador Martini», contó Marina Ariaudo.

Sin dudas La Vascongada formó y sigue formando parte de los distintos festejos familiares y sociales de la localidad, sumando sus exquisiteses en cada uno de estos eventos.

En el aroma a pan fresco, y facturas recién horneadas se vivencia esa historia de inmigrantes que llegaron con el sueño de una vida mejor, echaron raíces y hoy son las nuevas generaciones las que siguen acompañando este sueño hecho realidad.

Desde nuestro portal no queríamos estar ausente en este homenaje a este centenario emprendimiento, que nos recuerda nuestra niñez, las tardes en familia y con amigos, donde algún producto de La Vascongada siempre acompañó y seguirá acompañando la mesa de los martinenses.
¡Felices 100 años La Vascongada!

