Se trata de Cecilia Favole y Mónica Arrieta, dos bomberas voluntarias del Cuartel de Embajador Martini que en la jornada de ayer lograron asistir a una pequeña que estaba sufriendo una situación de ahogo.
No es la primera vez que los bomberos de Embajador Martini dejan en claro su capacitación para abordar diferentes situaciones. Tres años atrás dos bomberos de esta institución Yanina Albornoz y Juan Ibarra le salvaron la vida a una pequeña de tres años que se había ahogado con una moneda de dos pesos.
Ahora el rol protagónico lo tuvieron la subjefa del Cuerpo Activo Mónica Arrieta y la suboficial principal Cecilia Favole que afortunadamente se encontraban en el cuartel, cuando la madre desesperada llegó con su niña en brazos, que estaba ahogada, aparentemente por reflujo.
Las bomberas procedieron a realizar las maniobras correspondientes para desahogar a la niña y trasladarla al Centro Asistencial Samuel Halfon.
El Jefe del Cuerpo Activo Marcos Vernetti comentó a Zonal Noticias que «como todos los viernes estábamos realizando tareas en el cuartel y aproximadamentea las 21,30 llegó una mamá desesperada con su niña en brazos».
«Fueron Mónica y Cecilia quienes escucharon los gritos de auxilio de esa madre con su hija de unos 2 años ya desvanecida en sus brazos, que presentaba signos de ahogamiento», relató.
«Una de las bomberas tomó en brazos a la niña y comenzó a realizarle las maniobras que se aplican en estos casos de ahogamiento», agregó Vernetti.
«En ese momento un vecino que pasaba por el lugar las trasladó al centro de salud y en el trayecto, mientras las bomberas continuaban realizando las maniobras de desahogamiento, la niña logró despedir una especie de flema espesa que obstruía su respiración», indicó.
La niña luego fue atendida por el personal de salud, pero sin dudas el accionar de las bomberas, capacitadas en diferentes técnicas de reanimación y rescate, fue clave para que la niña hoy se encuentre en buen estado de salud.
Vernetti destacó «como Jefe del Cuerpo Activo quiero destacar la labor de ambas bomberas, felicitarlas y resaltar la importancia de que contamos con un Cuerpo Activo que está capacitado para estas situaciones, así como ahora lo hizo Mónica y Cecilia, años atrás también fueron otros bomberos los que auxiliaron a otra niña de la localidad».
Ellas, las mujeres bomberas, son las primeras en llegar y las últimas en abandonar el cuartel, muchas veces dejando horas de compartir en familia para cumplir su servicio solidario, altruista, y poner su capacitación y valentía al servicio de los demás.
Vaya nuestro reconocimiento para Mónica y Cecilia, y en su nombre para todos los bomberos que ofrecen un servicio totalmente desinteresado en beneficio de la comunidad.