El último informe sobre el estado del clima del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) se diferencia de los anteriores porque señala más decididamente las omisiones de los gobiernos para atender el problema.
Los próximos años serán cruciales, debido a que, o bien reduciremos la tendencia de las emisiones de dióxido de carbono o continuará su incremento exponencial.
Varias reacciones al informe más reciente del (IPCC) se centran en la resignación y la desolación por el fin del mundo. No es para menos, pues este informe –el sexto– sobre el estado del clima presenta un futuro muy adverso para la humanidad, en caso de no hacer “ya mismo” lo que se necesita para frenar la situación.
Una de las significaciones más importantes del informe es que los objetivos del Acuerdo de París no se van a alcanzar.
Esto trae consigo otros pronósticos que deben ser tomados con seriedad: es muy probable que en los próximos treinta años se supere la barrera de aumento en la temperatura, fijada en 1.5 ºC por el Acuerdo de París; el planeta tardará millones de años en regenerarse de muchos de los daños infringidos en el pasado y en el presente, en especial, por la cantidad de dióxido de carbono y metano lanzado al ambiente; los fenómenos naturales extremos de los últimos años tienen una relación incontrovertible con la actividad humana.
En general, los resultados que se hicieron públicos exponen la base física del cambio climático, es decir, los efectos físicos y químicos que tiene y ha tenido el desarrollo económico en el planeta.
Una de las críticas que se le han hecho al reporte tiene que ver con lo que no dice. Al hablar de las causas del estado del ambiente y atribuirlas a la humanidad en general, se oculta que existe un problema asociado de desigualdad, de la gente más pobre, aproximadamente la mitad de la población global, que es afectada por este problema sin ser responsable de haberlo creado, debería afirmar que el problema es el modelo del capitalismo fósil, y aceptar que esas emisiones están vinculadas estrechamente a la desigualdad económica.
Los próximos veinte o treinta años son los más importantes en la historia de la humanidad, cambiará la pendiente de las emisiones o seguirá su tendencia exponencial, vamos en una dirección bastante complicada, bastante difícil.
Ya empezamos a ver efectos ahora, habrá que imaginar cómo se verá en treinta o cuarenta años, es importante que la gente trate de reducir su huella de carbono viajando responsablemente, cambiando su alimentación o usando menos plásticos y otros materiales; pero esto no es suficiente, tiene que haber cambios en la política pública global a la altura de esta etapa única en la historia de la humanidad.
Fuente: gatopardo
Robert Lizárraga