La médica veterinaria de Funrasa (Fundación Rancul para la Sanidad Animal) Florencia Tamame destacó la escasa cocientización que hay en la población en relación a la triquinosis. Explicó que este año sólo realizó 6 análisis de triquinosis, un número muy bajo considerando que se inició la época de «carneadas» y la temporada de caza del chancho jabalí.
En diálogo con Zonal Noticias, la profesional destacó «desde que estoy en el laboratorio de Funrasa, hace cuatro años, veo que no ha cambiado la concientización en la gente respecto a la triquinosis, la gente no hace análisis en general, son muy poquitos los que siempre deciden hacerlo».
«Este año en particular muchísimo menos, sólo hice seis análisis en lo que va de la temporada y realmente se sabe que hay muchísima gente que carnea», expresó Florencia Tamame.
La médica veterinaria alertó que «el problema no sólo está en quienes hacen el chacinado, sino en la gente que lo consume, sabiendo que no tienen el análisis de triquinosis lo consumen igual y lo hace toda la familia».
Con repecto al análisis sólo tienen que traer al laboratorio un trozo de entraña por cada cerdo que faenen y el costo es de 450 pesos por cerdos.
El tema de la triquinosis preocupa a nivel local y en toda la provincia de La Pampa. Hace unos días nuestro portal Zonal Noticias dio cuenta que el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) destruyó en Santa Rosa 140 kg de carne de cerdo y de 48 kg de chacinados con triquinosis evitando que llegaran a los consumidores.
La carne con triquinosis fue posible detectarla en el laboratorio con la técnica de digestión artificial, la misma técnica que dispone el laboratorio de Funrasa en la localidad de Parera.
En esta localidad, en la última sesión del Concejo Deliberante se convocó a la referente de Bromatología Municipal Carina Herrero para analizar este tema y se consensuó en profundizar las campañas de concientización, para que se realice el análisis de triquinosis en el laboratorio local, tanto en cerdos caseros como en chanchos jabalí, producto de la caza.
Lo cierto es que es un tema que preocupa a nivel local, y el bajo número de análisis en el laboratorio de Funrasa, da cuenta de la poca conciencia que existe sobre esta enfermedad que se transmite de los animales a las personas.
Se trata de una zoonosis, producida por Trichinella spp., Sus larvas se alojan en los músculos de los animales. Afecta principalmente a los cerdos. También lo puede hacer con especies silvestres como jabalíes, pumas, comadrejas y mulitas.
Los cerdos se contagian con el parásito al ingerir restos de carne infectada cuando son criados en condiciones higiénico-sanitarias deficientes (presencia de basura, residuos alimenticios crudos, roedores, etc).
Las personas se enferman al consumir carne cruda o mal cocida de porcinos o de animales silvestres que contienen larvas de Trichinella spp. con parásitos, o productos sin cocción, como chacinados o embutidos (salames, chorizos, bondiola), elaborados con carnes que no han sido analizadas previamente.
Es fundamental tener en cuenta que las larvas no se observan a simple vista y no alteran ni las características externas, ni el sabor ni el color de la carne o de sus derivados.
Por este motivo, quienes elaboren chacinados utilizando carne de cerdos o animales silvestres, deben verificar que la materia prima sea apta para el consumo, remitiendo la muestra a un laboratorio para realizar la prueba de digestión artificial. Este método representa una herramienta fundamental que posibilita el diagnóstico temprano de la triquinosis y evitar el contagio al ser humano.