Comienza una semana que incluirá este lunes asambleas-paro en casi todo el transporte y el jueves, la segunda huelga general en cinco meses de gestión de Javier Milei. Las concesiones libertarias no frenaron al sindicalismo, que ahora presionará al Senado.
La CGT salió a la calle por el Día del Trabajador y hará este jueves su segundo paro general en cinco meses de gestión libertaria como si el Gobierno no hubiera flexibilizado sus posiciones, algo que sucedió con la solución a las paritarias no homologadas, la primera reunión en la Casa Rosada y la eliminación de la Ley Bases de los artículos que amenazaban la caja sindical y los bloqueos.
El Gobierno no tiene hoy garantizados los votos para sancionar la Ley Bases ni el paquete fiscal. Sus principales figuras trabajan en estas horas para ese objetivo, pero, si no lo consiguen, ambas iniciativas volverán a la Cámara Baja. En el oficialismo ya tomaron nota de lo que dijo el diputado nacional Miguel Ángel Pichetto, consolidado como el mejor operador del mileísmo y de la CGT en el Congreso: “Si el Senado hace cambios, Diputados discutirá sólo esos artículos”.
La CGT también irá a la carga contra el capítulo que cambia el status laboral de los empleados públicos, desde su estabilidad en el puesto hasta la limitación de las huelgas y las sanciones a la que están expuestos, pasando por la cuota solidaria que reciben los sindicatos estatales para financiarse en forma adicional (punto eliminado de la Ley Bases sólo para los gremios del sector privado).
Esta semana no sólo incluirá el paro general de la CGT, sino también una paralización de casi todo el transporte por las asambleas simultáneas que hará este lunes, de 8 a 11, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT). Pero la protesta del sector puso en evidencia la grieta entre sus dirigentes. El secretario adjunto de la entidad, Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), se unió al moyanismo para dejar al desnudo lo que sabía desde el principio: que las asambleas de trabajadores serán paros encubiertos porque producirán la interrupción de los servicios.