“Todavía no caigo, venía a mi casa con sus papás, andábamos todos juntos para todos lados. No puedo creer que nos haya hecho esto”, señaló el padre de Joaquín, Martin Sperani, a los medios que llegaron a la ciudad de Laboulaye conmovidos ante el homicidio de un chico de 14 años.
Asimismo, Martín detalló que recibió la confirmación del homicidio por parte de personal policial mientras estaba en la Fiscalía. “Nosotros estábamos arriba y él estaba declarando abajo (presunto homicida). En eso recibo la noticia, fue desgarrador para mí y para mi señora”, expresó.
Afirmó que en ese preciso instante el chico confesó y se autoincriminó. “Ahí él dijo: ‘Sí yo lo maté’”, cerró el papá del adolescente.
Laboulaye no sale de la conmoción, del asombro y del dolor tras el hallazgo del cuerpo de Joaquín Sperani, el joven de 14 años que era intensamente buscado desde el último jueves. Ayer, cerca del mediodía sus familiares -que participaban del operativo que desplegó la Policía- encontraron al adolescente en una casa abandonada a solo 100 metros de su escuela donde había sido visto por última vez.
Con el correr de las horas, desde el Ministerio Público Fiscal y la Departamental Roque Sáenz Peña confirmaron que el joven había sido asesinado con un objeto contundente que fue secuestrado en el lugar y que el presunto autor del homicidio era un amigo, quien por estas horas permanece demorado. Aún se aguardan los resultados de la autopsia y la Justicia investiga el móvil del crimen, señala Puntal.
Según los primeros detalles que trascendieron, Joaquín y su amigo ingresaron al colegio el jueves a la tarde y salieron a los pocos minutos, lo cual quedó registrado en los videos de cámaras de seguridad ubicadas en las cercanías del establecimiento.
A unos cien metros, en una casa abandonada en la calle Sarmiento 480, los adolescentes ingresaron y sólo uno de ellos saldría de allí con vida.
El domingo al mediodía, una prima de Joaquín, junto a otros vecinos, encontraron el cuerpo en esa propiedad, un sitio que ya había sido peinado por el personal policial y de distintas fuerzas que llegaron a Laboulaye a participar de la búsqueda.
Martín Sperani (46), el padre de Joaquín, aseguró que no entiende aún qué fue lo que sucedió y qué pasó por la cabeza del acusado -con quien se había hecho amigo en tercer grado de la escuela primaria– para cometer este hecho aberrante.
“Fue desgarrante (sic) para mí y mi señora”, dijo sobre el momento en que se enteró de la confesión del adolescente. «Sí, yo lo maté a Joaquín«, contó el padre del adolescente asesinado que expresó el amigo. Y contó que él estaba en una habitación contigua y pudo escuchar de boca del adolescente la confesión del homicidio, que no tiene validez legal.
El hombre resaltó, devastado: «No termino de entenderlo. Es muy duro, no caigo. Me pregunto por qué, pero no tengo la respuesta«.
«Este chico es un psicópata. Era amigo de toda la vida de Joaquín, hicieron la primaria juntos, cumpleaños. Como familia íbamos al campo de ellos. No había nada que nos llamara la atención», dijo entre lágrimas Mariela Flores (40), madre del adolescente asesinado.
Además, advirtió que durante la búsqueda del adolescente «este psicópata lo que hacía era embarrar la cancha para no llegar al cuerpo de Joaquín».
«Es un cínico. Yo quiero cadena perpetua, a mí no me interesa que tenga 14 años«, completó. Sobre su hijo, comentó que «era bueno, un chico sin maldad, dócil, un amor de persona».
La mujer enfatizó que hace «responsable a la escuela» por no haberles avisado que Joaquín no había llegado a clase a pesar de que su bicicleta estaba en el ingreso al establecimiento.
Contó que en las imágenes incorporadas a la causa se ve a su hijo y al otro chico caminar rodeando la escuela y luego se ve regresar solo al otro adolescente «apurado».
«El comisario dice que vuelve porque se le hacía la hora del colegio. Se ve que se le cae el teléfono, él volvió al colegio normal con el teléfono de mi hijo. Es un cínico, un psicópata de 14 años. Resulta que este psicópata a metros de la escuela había dejado el cuerpo de su amigo», concluyó.
El juez Alejandro Moro está a cargo de la investigación del crimen. Este lunes se conoció que dispuso el traslado del detenido al Complejo Esperanza, un establecimiento ubicado en la capital provincial, destinado a menores en conflicto con la ley. Por su edad, es inimputable.
El Tribunal Superior de Justicia de Córdoba emitió un comunicado este lunes en el que detalla que el juez Moro tomó contacto con el menor a disposición de su tribunal y con sus padres.
“El juzgado precisó que en la situación del adolescente no punible ya interviene la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf)”, señala el escrito.
Desolación
Este lunes, en el velatorio de Joaquín, su mamá aseguró que su hijo sufría acoso escolar y apuntó que no hubo intervención de la escuela, el IPEM 278 “Malvinas Argentinas”.
“Le sacaron toda la carpeta de Matemática y al otro día me dijo que no iba a ir”, expresó la mujer. Y apuntó que ese día concurrió a la escuela a denunciar el hecho.
El sospechoso, de 14 años, era amigo de toda la vida de la víctima. Fue a la primaria con él y estaban casi todo el tiempo juntos, según el relato de la familia.
“En una reunión que hubo sobre la conducta de los chicos, como mamá pregunté sobre mi hijo y me dijeron que era un excelente alumno”, sostuvo la mujer.
Joaquín era el mayor de cuatro hermanos. Su mamá les contó lo que ocurrió y se pasaron el día llorando junto a ella.