La justicia argentina investiga si hubo negligencia en torno a la muerte del ícono mundial Diego Maradona: los fiscales buscan determinar si recibió los cuidados necesarios y cuáles fueron las circunstancias de sus últimas horas.
Este sábado declararon sus hijas Dalma, Giannina y Jana en carácter de testigos y fueron tan contundentes, que en horas de la madrugada comenzaron los allanamientos en la casa y la clínica en Capital Federal del médico de Maradona, Leopoldo Luque, responsable del equipo médico que estuvo siguiendo de la salud del astro.
La Justicia, mediante la fiscalía de San Isidro, lo investiga por homicidio culposo por la muerte del Diez, luego de que las hijas Dalma, Gianinna y Jana declararon en la medianoche, según el informe de TN.
Se esta recabando la información pero las decisiones tomadas apuntan hacia esa carátula. Se trabajó durante toda la noche de ayer y en la madrugada de hoy y la decisión de allanar habría sido tomada de urgencia, tras las declaraciones de las hijas de Diego, las cuales fueron claves. En función de estas declaraciones y otras pruebas se dispuso el allanamiento de las propiedades del doctor.
Según fuentes familiares, las hijas habrían realizado declaraciones contundentes en contra de todo el manejo en cuanto a la salud del padre. Y no solo en los últimos días sino en los últimos meses. Pero puntualmente para que se investigue los medicamentos administrados a Maradona, desde su internación en el hospital Ipensa de La Plata.
La Justicia investiga un «supuesto homicidio culposo«. Se busca establecer cómo fue el post operatorio de Maradona tras ser operado en la clínica de Olivos, si el astro del fútbol estaba bien atendido, recibía la medicación correspondiente, contaba con personal especializado permanente, y si correspondía que continuara con su internación domiciliaria en un country.
En un comunicado emitido por médicos de la clínica de Olivos donde Maradona fue operado, habían recomendado como requisitos fundamentales para su internación domiciliaria, que contara «con una ambulancia permanente, un médico neurólogos, un médico clínico, enfermeros especializados en consumo de sustancias, preferentemente hombres».
El campeón mundial en México-1986 murió el miércoles a los 60 años por un «edema agudo de pulmón e insuficiencia cardíaca crónica». Estaba en la casa en un barrio cerrado en la localidad de Tigre (30 km al norte de Buenos Aires), adonde residía desde el 11 de noviembre, tras recibir el alta de la clínica en la que seis días antes había sido operado de un hematoma en la cabeza.
La causa abierta por la Fiscalía General de San Isidro inicialmente estaba caratulada «Maradona, Diego. Averiguación de la causa de muerte»‘, y ahora la Justicia investiga un supuesto «Homicidio culposo».
– «Contradicciones en declaración»-
«Hay que ver si cumplían con lo que hay que hacer o se relajaron. La enfermera (ndlr: de turno cuando se determinó que el ídolo estaba muerto) declaró una cosa cuando apareció el fiscal el día de la muerte de Diego, después amplió su declaración y, al final, salió a decir que por televisión que lo que dijo la obligaron a decirlo, así que hay alguna contradicción en su declaración», advirtió a la AFP el allegado a la familia que pidió anonimato.
La fiscalía espera los resultados de las pericias toxicológicas sobre el cuerpo de Maradona. En el marco de la investigación en la que trabajan tres fiscales, se requirieron sus historias clínicas y los registros de las cámaras del barrio donde vivió sus últimos días.