Un estudiante de Rancul integró la delegación de 33 jóvenes de Latinoamérica que visitó la Casa de Ana Frank en Países Bajos

Del 25 de agosto al 1° de septiembre, 33 jóvenes de Argentina, Chile, Perú, Colombia y México formaron parte de la Delegación Oficial del Centro Ana Frank en los Países Bajos. Entre ellos se encontraba Lionel Ramirez, estudiante del Instituto Agrotécnico Rancul, que el año pasado ganó un concurso literario promovido por el Centro Ana Frank en Buenos Aires.

Durante el viaje, el grupo fue recibido oficialmente por la Anne Frank House, la Municipalidad de Ámsterdam, la Corte Penal Internacional, la Corte Internacional de Justicia y la Embajada Argentina en Países Bajos, fortaleciendo así el intercambio cultural e institucional.

A lo largo del recorrido, los jóvenes visitaron espacios de gran valor histórico y de memoria, como el escondite secreto de Ana Frank y su familia, el Museo de la Resistencia, el Museo de los Escondidos en Nieuwlande, el campo de transición de Westerbork, el barrio judío en Ámsterdam, el Homomonument y el Memorial de las Víctimas de Auschwitz.

Además, la Delegación recorrió distintos sitios emblemáticos y turísticos de Ámsterdam, generando un espacio de aprendizaje, reflexión y encuentro entre culturas. Una experiencia inolvidable que reafirma el compromiso del Centro Ana Frank con la memoria, la justicia y la construcción de lazos internacionales.

Zonal Noticias dialogó con Lionel Ramirez, estudiante de 16 años que cursa su quinto año en el Instituto Agroténico Rancul, quien destacó lo «enriquecedora» que fue la experiencia que compartió junto a otros seis jóvenes argentinos, intergando una delegación de 33 estudiantes de distintos países latinoamericanos.

«En nuestra visita a Países Bajos visitamos lugares de gran importancia histórica, Fuimos al museo de Ana Frank, también visitamos su casa, que si bien no está abierta al público, nosotros tuvimos acceso para entrar y fue muy fuerte porque para quienes leímos su diario, estar ahí fue como sentir lo que ella vivió en carne propia«, expresó Lionel.

«Después fuimos al museo de la resistencia, al barrio judío, a la escuela donde fue Ana y su hermana Margot, otro día fuimos a la Haya,  la capital administrativa de los Países Bajos, fuimos recibidos muy bien en la intendencia de La Haya, en la Embajada Argentina, en la Corte Internacional Penal, entre otros lugares emblemáticos», contó Lionel.

«Emociones»

Al describir la experiencia vivida a lo largo de estos días junto a otros jóvenes de Latinoamérica y represendo a Argentina, Lionel manifestó: «No podría poner en una sola palabra todas las emociones y sensaciones que vivimos, sí podría destacar que un momento muy especial fue el día en el que cada uno de los estudiante que fuimos seleccionados para hacer este viaje, presentamos nuestros proyectos y nuestros cuentos«.

«Escuchamos historias de jóvenes de países como México, Colombia, y su valentía de llevar adelante su activismo en lugares donde es muy complejo, es una enseñanza que me llevaré de por vida», indicó.

Historias de sobrevivientes

«Todos los lugares que recorrimos nos dejaron una enseñanza, un día tuvimos una clase con Ronald Leopold, Director Ejecutivo de la Casa de Ana Frank y fue un aprendizaje muy lindo, escuchamos también historias de sobrevivientes del Holocausto, y verlos contar su historia, con la fuerza y la valentía que encaraban todo, fue decir qué orgullo y cómo nos hace repensar, porque son el claro ejemplo de que no queremos que ésto vuelva a suceder nunca más», afirmó.

«Escuchar las historias sobre todos los judíos, religiosos, homosexuales muertos en manos del nazismo, nos dejó una enseñanza, de lo que no queremos volver a vivir y de cómo los discursos de odio y las discriminaciones atentan contra las personas», agregó.

«Obviamente que la visita a la Casa de Ana Frank, volver el último día del viaje a visitar nuevamente el museo Ana Frank, terminar allí la semanar, leer su diario, fue un momento muy emocionante para todos y muy movilizante», narró el joven estudiante.

Lionel, que cursa quinto año en el Instituo Agrotécnico Rancul agregó que «fue una semana fenomenal, de mucho aprendizaje e intercambio con otros chicos de mi edad, con los coordinadores del Centro de Ana Frank en Argentina y en Amsterdam, con los profes que nos acompañaron, asique me siento muy feliz de todo lo vivido».

«Eliminar los discursos de odio»

Lionel finalizó su relato con una linda reflexión: «Todos coincidimos en la necesidad de pensar cómo estamos como país, como sociedad y con la humanidad, cuando cada uno compartió sus vivencias, coincidimos en la importancia de eliminar los discursos de odio. fomentar la participación de los jóvenes, comprometernos. Muchas veces quienes nos gobiernan, fomentan los discursos de odio y la violencia, que no conducen a ningún lado».

El joven estudiante rescató una frase que escuchó en estos días de esta rica experiencia: «Cuando uno salva a una persona, salva al mundo entero«, y además expresó que «la escritura es una forma de resistencia».

La experiencia de Lionel

Todo empezó el años pasado a partir de un concurso de literatura del centro Ana Frank de la ciudad de Buenos Aires.  Lionel escribió un cuento que se llama ‘El miedo de las palabras’.

«Habla sobre la diversidad en la sociedad, la violencia de género, el maltrato durante la convivencia escolar, entre otros temas», contó Lionel a Zonal Noticias.

Fueron parte de este concurso 500 participantes a nivel nacional, y entre los 28 seleccionados a vivir esta inolvidable experiencia en Países Bajos, se encontraba Lionel Ramirez de Rancul.

«La verdad es un orgullo, y uno se siente especial, porque llegar ahí y vivir esa experiencia inolvidable, fue el fruto de un gran esfuerzo y un gran trabajo de todos. Fue una semana que quedará por siempre en mi memoria y en mi corazón», cerró Lionel Ramirez.