Durante el primer encuentro con los mandatarios en Casa Rosada, el Presidente se comprometió a revisar la suba del mínimo no imponible aprobada por el Congreso en la anterior gestión, con apoyo del propio jefe de Estado cuando era diputado. La aplicación sería revisada en los presupuestos.
Ansiosos por conocer al nuevo presidente y, sobre todo, plantearle sus propuestas para “compensar” los recortes en aportes y fondos coparticipables, entre otros temas, los 23 gobernadores y el jefe de gobierno porteño se reunieron con Javier Milei en la Casa Rosada durante dos horas y media, este mediodía. La asistencia, sin distinción por color político, fue perfecta. Y el Presidente les confirmó, como había adelantado, que buscará dar marcha atrás “de manera transitoria” con la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias aprobada durante la anterior gestión. El tributo, según se informó, sería revisado anualmente en cada ley de Presupuesto.
El impuesto coparticipable es una pieza clave en las cuentas de muchas provincias, que se vieron perjudicadas por la reforma que impulsó el ex ministro de Economía, Sergio Massa, en el Congreso. Una iniciativa aprobada en septiembre con el apoyo de los legisladores del oficialismo, de la izquierda y del propio Milei cuando era diputado nacional, y que fue rechazada por los representantes de Pro, que la consideraban “irresponsable”.
Aunque alivió a miles de contribuyentes durante la campaña, las arcas de los distritos se vieron perjudicadas, y los gobernadores esperaban que durante la nueva administración se repusiera el sistema anterior para equilibrar las cuentas diezmadas por el recorte de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) y de la obra pública.
La marcha atrás en Ganancias no es nueva, ni se transforma en un plan de Milei a partir del encuentro con los gobernadores. El jefe de Estado ya había avisado, a través del titular de Hacienda, Luis “Toto” Caputo, que sopesaba revertir la modificación a través del paquete de leyes que tiene planeado enviar al Congreso, para recuperar una recaudación cercana a $1 billón al año. La diferencia, a partir de hoy, es que buscará compartir el costo político con los gobernadores, que se preparan para instruir a los diputados y senadores que responden a sus respectivos mandos para que apoyen la medida en el Congreso. “El Presidente les pidió apoyo para lo que viene en materia legislativa, y les dijo que el déficit fiscal cero no es negociable, pero entendió sus pedidos sobre la copa”, resumieron la negociación en Gobierno.
El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo (fotos Maximiliano Luna)
La refinanciación a través de Ganancias, sin embargo, no tenía el apoyo de todos los mandatarios, y varios planteaban como solución alternativa hacer coparticipable el impuesto al cheque. Desde Balcarce 50 admitieron que el tema fue planteado por los mandatarios, pero deslizaron que por ahora no está contemplado en los planes de Milei.
A lo largo de dos horas y media, el primer mandatario escuchó los reclamos de todos los gobernadores, tomó nota, y les contestó uno por uno. En muchos casos les dijo que los problemas puntuales que planteaban se resolverían de manera bilateral en futuras reuniones mano a mano. Pero sobre Ganancias fue más explícito y les transmitió que va a dar marcha atrás, al menos, por un año, por la vía legislativa. “Más adelante el tema se volverá a analizar y se detallará en el nuevo presupuesto″, especificó una alta fuente de la Casa de Gobierno.
Según dijo el propio Francos al finalizar el encuentro, en una conferencia de prensa sin habilitación para preguntas, junto a tres gobernadores, buscarán que las charlas con los mandatarios provinciales se realicen de manera “metódica”, para mantener el diálogo.
Asistencia perfecta
Milei, que estaba desde temprano en su despacho en el primer piso de Balcarce 50 junto a su hermana, la secretaria general de la Presidencial, Karina Milei, y el asesor en comunicación y estrategia Santiago Caputo, se sentó pasado el mediodía en la punta de la larga mesa de madera del salón Eva Perón. A su izquierda se ubicaron el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el ministro del Interior, Guillermo Francos -el organizador el encuentro- y Karina Milei. A su derecha se ubicaron la vicepresidenta, Victoria Villarruel, presidenta del Senado, y el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem. En tanto, cada gobernador tenía pre-asignado un lugar específico, marcado con sus nombres en papelitos ubicados frente a cada silla. El bonaerense Axel Kicillof fue ubicado en el punto más cercano al Jefe de Estado, al igual que el catamarqueño Raúl Jalil
A partir de las 11.30 empezaron a llegar los mandatarios por la explanada de Balcarce 24. Todos habían confirmado asistencia, y todos se presentaron. Los primeros en arribar fueron los alineados bajo el sello de Juntos por el Cambio: Jorge Macri (CABA); Rogelio Frigerio (Entre Ríos); Maximiliano Pullaro (Santa Fe); Ignacio Torres (Chubut); Claudio Poggi (San Luis); Carlos Sadir (Jujuy): Gustavo Valdes (Corrientes); Leandro Zdero (Chaco) y Alfredo Cornejo (Mendoza). Varios de los opositores aliados aprovecharon para tomarse una foto juntos en el Salón Sur, en una señal de que buscarán trabajar en bloque a pesar del desmembramiento de la coalición y las incendiarias internas que se desataron dentro del Pro y la UCR tras la derrota electoral.
Luego fue el turno de los líderes de fuerzas provinciales, como el filo peronista Alberto Weretilnek (Río Negro); Rolando Figueroa (Neuquén); Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Vidal (Santa Cruz). Y finalmente, pasadas las 12, llegaron los peronistas y kirchneristas, también en conjunto: Sergio Ziliotto (La Pampa) Raúl Jalil (Catamarca); Axel Kicillof (Buenos Aires); Gildo Insfrán (Formosa); Gerardo Zamora (Santiago del Estero); Gustavo Melella (Tierra del Fuego), Osvaldo Jaldo (Tucumán); Hugo Passalacqua (Misiones); y Ricardo Quintela (La Rioja).
El gobernador de La Pampa, Sergio Ziliotto
Pasadas las 14, cuando la reunión llevaba casi dos horas de duración, Jorge Macri salió brevemente a atender un asunto personal, y aseguró a los periodistas acreditados que se estaba llevando en buenos términos. El encuentro terminó poco después de las 14.30 y la mayoría se retiró sin hacer declaraciones.
Los gobernadores pusieron sobre la mesa una diversidad de temas que los preocupan: el futuro de la coparticipación (Francos les asegura que no se tocará, a pesar de las versiones que circularon entre los libertarios más ortodoxos durante la campaña); el recorte y el traspaso del manejo de los codiciados Aportes del Tesoro Nacional (ATN) de la órbita de Interior a Economía; el impuesto a las Ganancias; el pago de sueldos y de bonos de fin de año; el freno a la obra pública; y los fondos para las cajas jubilatorias.
El Gobierno intentó darles respuesta para asegurarse apoyo legislativo para el misterioso paquete de leyes con reformas de distintos tipos -jubilatoria, económica, tributaria, etc- que prepara desde antes de asumir y que enviará al Congreso antes del final de la semana hábil. “Se les pidió el apoyo a los gobernadores para el tratamiento de esta norma para las transformaciones en la economía que pretende llevar adelante el Presidente”, dijo Francos al finalizar la reunión, en una conferencia de prensa organizada en la sala del segundo piso de la Casa Rosada.
El funcionario fue a la rueda con periodistas acompañado por tres gobernadores, Sáenz, Llaryora y Jalil, que también tomaron la palabra. Los tres celebraron la apertura de un espacio de diálogo, y dijeron que buscarán “acompañar” al primer mandatario “para que le vaya bien al país” en las “difíciles” circunstancias en que le tocó asumir. Pero revelaron que plantearon inquietud por los fondos coparticipables y la obra pública, y señalaron que tuvieron pocos detalles específicos sobre la ley que enviará el Ejecutivo al Congreso.
Según pudo saber Infobae, en el caso de las obras, el Jefe de Estado les dijo que aquellas que cuenten coin financiamiento internacional podrán continuar; así como las que ya fueron licitadas y están en marcha. Pero ratificó que la obra pública como tal desaparecerá y que necesitarán conseguir de financiamiento privado para avanzar en infraestructura, sea para transporte, vivienda o salud.
El gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora
Acostumbrados a jugar de manera independiente (o, en el mejor de los casos, agrupados por afinidad política, personal o geográfica), los gobernadores se unieron desde el triunfo de Milei en el balotaje en un único grupo de WhatsApp, llamado “23 gobernadores y un jefe de gobierno”, donde están muy activos y conversan a diario. Convencidos de que debían trabajar en conjunto para empujar, compartieron por esa vía las demandas y reclamos que tenían pensado hacerle conocer al Presidente desde sus distritos, para ponerse de acuerdo de antemano. Y se las transmitieron el viernes a Francos en la videoconferencia preparatoria citada cuatro días antes del encuentro con Milei.
Esa tarde los radicales estuvieron presentes de manera presencial junto al funcionario en la planta baja de la Casa Rosada y el resto participó por Zoom desde sus territorios. La intención de la charla fue evaluar las demandas, para que el Gobierno pudiera preparar las respuestas y acelerar las modificaciones en la letra de las iniciativas legislativas, el programa económico y el DNU de desregulación de la economía según el resultado.
Francos le trasladó a Milei las inquietudes recogidas entre los representantes del interior durante el fin de semana. Y esta tarde, según dejaron saber en Casa Rosada, el mensaje principal del jefe de Estado giró en torno a transmitir que el “esfuerzo” debe ser compartido entre todos los sectores, y a pedirles a todos los distritos que equilibren sus cuentas.
Los gobernadores de Juntos por el Cambio en el salón sur de Casa Rosada, antes de ingresar a la reunión con el Presidente.