El hijo de Carla Figueroa ya no llevará el apellido del femicida Marcelo Tomaselli

La Justicia Civil finalmente autorizó la adopción y el cambio de apellido a Valentín, el hijo de Carla Figueroa, la joven que fue asesinada hace casi nueve años por su pareja Marcelo Tomaselli en General Pico.

La novedad la confirmó Soledad Reynoso, la hermana de Carla, en diálogo con Diario Textual. “Es un sueño que lo esperamos durante muchos años”, dice este sábado. “Nuestro abogado nos informó que nos dieron la adopción y nos autorizaron el cambio de DNI”, sostiene.

Valentín vive con Soledad Reynoso y Mariano Tarpín, sus tíos, pero a los que llama sus padres. “Siempre nos dice mamá y papá”, cuenta.

El nene actualmente lleva el apellido de su padre biológico, Marcelo Tomaselli. En los próximos días, Soledad piensa ir al Registro Civil de Pico para inscribirlo como Valentín Tarpín. “El acta de sentencia es para que salga con el DNI Tarpín”, explica.

Cumpleaños

Hoy, precisamente, es el cumple de Valentín. “Va a la Escuela 233. Es una persona muy cariñosa, superinteligente, respetuoso y muy compañero . ¿Qué puedo decir yo si soy la mamá más babosa del mundo?”, cuenta.

Soledad y su esposo tienen otros cuatro hijos. “Pao de 24 años, Franco de 22, Flor de 19 y Luciano de 15”, dice. Además tiene una hermana de 2, que es hija de Tomaselli, con quien no tiene ninguna relación.

Ley Brisa

La familia ya comenzó a gestionar la indemnización prevista con la llamada Ley Brisa. Se trata de una reparación económica mensual para niños y niñas, que han sufrido el asesinato de su padre o madre. «La iniciamos en agosto, aunque aún no tenemos novedades», dice.

 El femicidio

Tomaselli es el autor de uno de los femicidios más brutales, que trascendió incluso las fronteras de La Pampa y llevó a modificar el Código Penal Argentino.

El asesinato se registró el 10 de diciembre de 2011. Le dio 11 puñaladas a su novia, frente a Valentín, en ese momento de 2 años.

La historia de Carla es sumamente dolorosa. Cuando era muy pequeña, su padre asesinó a su mamá Cristina. Y Carla -como luego, al repetirse la historia, lo padecería y presenciaría su propio hijo- fue testigo de ese asesinato. Se quedó sin madre y sin padre. Solo le quedó su hermana Soledad -hija de Cristina y de su primer esposo-, quien la cuidó desde entonces. «Sole» era una adolescente y, junto a su entonces novio y luego esposo, se hicieron cargo de la pequeña.

Ya con 14 años, Carla se puso de novio con Tomasselli. En 2008 tuvo a Valentín. Pero la relación con el padre era una pesadilla.

En 2010, Carla -de entonces 18 años- fue violada por su pareja. Lo denunció y fue encarcelado. Luego, sin embargo, la joven firmó el llamado “avenimiento” para perdonar a su violador.

 Cuatro jueces intervinientes no consintieron el “avenimiento”, pero dos de una instancia superior, del Tribunal de Impugnación Penal, lo permitieron.

Con ese “perdón”, Tomaselli se casó con Carla, salió en libertad y una semana después, en la madrugada del sábado 10 de diciembre de 2011, la mató. Lo hizo delante del hijo de ambos. Rosana M., la madre de Tomaselli, también estuvo allí.

En el juicio, contó sollozando lo que vio cuando su hijo, Marcelo, abrió la puerta y siguió apuñalando a Carla. «Me quedé dormida; me despierta el llanto desgarrador del nene, pensé que se había caído de la cama».

«Yo empiezo a golpear la puerta y no me abrían, sentía como una señal, que estaba haciendo algo, pero no sabía qué; a ella no la escuché», recordó. «Yo pateé la puerta -continuó-, me desgarré las dos caderas de tanto patear… Me abre la puerta, sin prender la luz veo a Carla paradita, que me tiraba los brazos y él la seguía apuñalando. El me abre los brazos llenos de sangre, la volvió a acomodar en el piso y le seguía dando», afirmó. Dijo que alzó al nieto y fue a la cocina, porque pensó que su hijo los iba a matar a los dos.

 

                                                          Fuente y fotos Diario Textual