Trabajadores del INTA y de Vialidad Nacional marcharon ante el desguace de los organismos por parte del Gobierno nacional. Lo hicieron junto a jubilados, jubiladas y pensionadas, otro sector de la población que sufre las consecuencias del ajuste.
La llovizna y el frío no fueron un impedimento para que las calles de Santa Rosa sean el escenario de una nueva protesta de la Coordinadora de Jubilados y Pensionados de La Pampa, que todos los miércoles visibiliza el reclamo de una actualización en los haberes, la continuidad de la moratoria y la cobertura total de medicamentos por parte del PAMI. En esta oportunidad, tal como se resolvió en una asamblea previa, se sumaron las y los agentes de Vialidad Nacional y del INTA para expresar su rechazo ante la disolución y reducción de los organismos.
Desde las 17.30 comenzaron a llegar manifestantes, entre ellos una columna con una veintena de trabajadores de Vialidad Nacional, a las escalinatas de la Universidad Nacional de La Pampa, el lugar elegido para concentrar. Además de su estratégica ubicación, la decisión también contaba con una importante carga simbólica: las universidades públicas también son blanco de la motosierra del presidente Javier Milei.
El nutrido grupo marchó con cánticos hasta la sede local del PAMI, donde hubo pegatinas. Luego, continuaron hasta las oficinas de Vialidad y cantaron el himno nacional.
Incertidumbre
«Desde que se inició este gobierno hemos estado desfinanciados y sin posibilidad de realizar la gran mayoría de las tareas que tenemos que hacer en las rutas», dijo en la previa Jorge Campanile, referente de la Asociación Gremial de Profesionales y Personal Superior de VN.
En ese sentido, consideró importante recordar «la importancia que tiene Vialidad. Es soberanía, está en todos los lugares, llega hasta los pueblos más chicos y está más allá del interés de un privado, como por ahí dicen desde el Gobierno de que se va a hacer cargo del mantenimiento de las rutas, lo cual no va a ser así».
El gremialista planteó que licitan nueve mil kilómetros de rutas «para peajes, que seguramente van a ser altísimos, pero quedan más de 30 mil kilómetros que no los va a atender nadie y que son las rutas que están en el interior de las provincias. Eso es lo que la gente tiene que darse cuenta, es un problema
«Hoy. El Gobierno dice que se ahorran millones de dólares por año, pero el tema es que lo que se ahorra ahora el país lo va a tener que gastar más adelante para poder arreglar las rutas, que se van deteriorando cada día más».
Por otro lado, habló de la incertidumbre que hay entre los y las trabajadoras. «Somos en todo el país 5.200, en La Pampa somos poco más de 150 agentes que no saben cuál va a ser su futuro. Además está la impotencia de no poder mostrar lo que sabemos hacer por falta de presupuesto e insumos. Eso es lo que más nos duele, y escuchar las mentiras que dicen en los medios con informes totalmente falsos», señaló.