Tras un emotivo homenaje a “La Negra” Mercedes Sosa, pasada la 1,30 de la madrugada se presentó en el escenario Atahualpa Yupanqui, el músico martinense Roman Ramonda, que una vez más cautivó con su talento al público del Festival Nacional de Cosquín.
El nombre de Embajador Martini se escuchó en la Plaza Próspero Molina, cuando Roman Ramonda mencionó la localidad de la que es oriundo, y donde dio sus primeros pasos en la música, de la mano de su abuelo Benito Tablado.
Como ya tiene acostumbrado a su público, Roman interpretó un variado repertorio de tangos, chacareras y chamamé, acompañado por su piano, el acordeón y un grupo de eximios músicos.
El artista interpretó clásicos del tango y el folklore como “Quejas de bandoneón”, “Marcha turca”, “Sembremos la chacarera”, “Cómo te voy a olvidar”, además de varios chamamés sobre el final de su presentación, que cosecharon un cerrado aplauso del público presente.
Homenaje a Mercedes Sosa
Ante una plaza colmada, la primera luna de la 59ª edición del Festival Nacional de Cosquín comenzó con un homenaje titulado “Traigo un pueblo en mi voz”, en reconocimiento a la recordada Mercedes Sosa.
Allí estuvieron artistas de la talla de León Gieco, Víctor Heredia, Teresa Parodi, Liliana Herrero, Peteco Carabajal , Julia Zenko y “Popi” Spatocco en la dirección musical, comandando un orquesta de cuerdas y un coro integrados por más de 140 músicos en escena.
Algunos clásicos del cancionero popular se oyeron en las voces de estos talentosos artistas.
Sonaron temas como «Como la cigarra», «Esa musiquita» y la plaza comenzó a entrar en calor para lo que vendría después: las seis mujeres entonando Alfonsina y el mar y Gracias a la vida, y luego Solo le pido a Dios.
El cierre fue con “La Sole”, la artista de Arequito que cada año que se presenta en Cosquín, se lleva la ovación de toda la plaza Próspero Molina.