A un año de asumir, el Gobierno de Milei avanza en las negociaciones para salir del cepo

A un año de asumir, el Gobierno de Javier Milei intensifica las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en busca de consolidar las reservas y definir los próximos pasos del plan económico.

Este proceso resulta clave para determinar si el cepo cambiario será desmantelado de forma inmediata o mediante un esquema gradual, dependiendo de una eventual inyección de divisas al Banco Central, que sigue operando con reservas netas negativas.

Reencauzar las metas con el FMI

El primer año de la gestión libertaria se caracterizó por la necesidad de reestructurar el acuerdo vigente con el FMI, originalmente pactado en 2022. Durante el gobierno de Alberto Fernández, el programa Extended Fund Facility (EFF) sufrió importantes desvíos en sus metas de acumulación de reservas y reducción del déficit fiscal, quedando lejos de los objetivos planteados.

Tras el triunfo en el balotaje, el equipo económico liderado por Luis Caputo redefinió las metas con el organismo, endureciendo los requisitos fiscales y priorizando el superávit primario como un objetivo estratégico. Además, el Banco Central eliminó la emisión monetaria para financiar al Tesoro, una medida que buscó fortalecer la credibilidad del plan económico.

Tensiones en la relación con el FMI

A pesar del respaldo general al programa, el FMI expresó su preocupación por el enfoque del ajuste fiscal, señalando que el recorte recaía principalmente en el gasto jubilatorio. Este punto generó tensiones entre la Casa Rosada y Rodrigo Valdés, entonces encargado de supervisar el acuerdo con Argentina. Las críticas públicas de Milei a Valdés derivaron en su reemplazo como negociador, aunque el economista chileno permaneció en su cargo dentro del organismo.

El programa actual finalizará este año, luego de dos años y medio en los que el FMI transfirió los fondos necesarios para cubrir los vencimientos del Stand-By Agreement de 2018. Sin embargo, entre 2026 y 2032, el país deberá devolver USD 45.000 millones, lo que convierte las renegociaciones en un elemento clave para la sostenibilidad financiera.

Mirando hacia adelante

El equipo económico busca ahora cerrar un nuevo acuerdo con el FMI. Una delegación encabezada por el viceministro José Luis Daza, el secretario de Finanzas Pablo Quirno y el vicepresidente del Banco Central Vladimir Werning viajó recientemente a Washington para avanzar en las discusiones.

En paralelo, el Gobierno confía en que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca podría facilitar un mayor respaldo de Estados Unidos, que ostenta un 16% de poder de veto en el directorio del FMI. Según Alejandro Werner, exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, una administración republicana podría acelerar el acuerdo y ofrecer condiciones más flexibles para Argentina.

En cuanto al programa actual, dos revisiones cruciales están pendientes:

  • La novena revisión, que analiza las metas de junio, en particular la acumulación de reservas y el superávit fiscal, cuyos objetivos el Gobierno considera alcanzados.
  • La décima revisión, correspondiente a septiembre, donde las reservas netas habrían quedado USD 2.000 millones por debajo de lo esperado.

Una estrategia en evaluación es unificar ambas revisiones, consolidar los resultados y obtener la aprobación del último desembolso pendiente del programa EFF, que asciende a más de USD 1.000 millones.