Sigue búsqueda del joven Fabio Bazán continuó ayer con un gran despliegue policial en un establecimiento rural cercano al paraje El Guanaco, que se extendió durante unas 12 horas y no arrojó novedades relevantes.
Encabezado por la fiscal adjunta Selva Paggi, el operativo se desarrolló entre las 7 y las 18 horas en un predio correspondiente a la jurisdicción de Winifreda, con la presencia del segundo jefe de la Unidad Regional 1, Marcelo Calderón, y autoridades y personal de la Seccional Segunda, la Brigada de Investigaciones, la Sección Canes, el Grupo Especial, Bomberos y un grupo de cadetes del Instituto Superior Policial.
Bazán, de 24 años, trabajador del relleno sanitario, permanece desaparecido desde el lunes 27 de marzo, última vez que sus familiares mantuvieron contacto con él. Tras la denuncia formulada por su abuela, el fiscal Oscar Cazenave instruyó un expediente judicial por averiguación de paradero y ordenó distintas medidas tendientes a encontrarlo.
Diariamente, desde el domingo pasado, se desarrollan rastrillajes en el área de Santa Rosa y esta semana se realizaron cuatro allanamientos, en distintas viviendas, donde se secuestraron elementos que serán objeto de pericias.
Episodios previos
Fabio Bazán es un muchacho conocido en Villa Germinal, donde vive desde que nació, y los investigadores sospechan que su desaparición podría estar vinculada a algunos sucesos previos, incluyendo una pelea que habría sostenido días antes, derivada de un supuesto robo de plantas de marihuana y un incidente con caballos.
Por eso sus familiares sospechan que podría haber sido víctima de algún episodio violento y desde hace varios días realizan sus propios trabajos de búsqueda, sostuvo La Arena
«El nunca hubiera dejado sola a su abuela y por eso suponemos que algo malo podría haber sucedido. Hay algunas versiones y no sabemos si hay testigos de lo que ocurrió porque, lamentablemente, la gente tiene miedo y calla», dijeron sus tíos. Según fuentes policiales, «existen muchos rumores y todos los días surgen datos que tratamos de corroborar, pero no existen pistas claras sobre su paradero».
Aunque resulta una bendición en un contexto de sequía, la lluvia de ayer incrementó la desazón familiar. «El agua borra las huellas y sabemos que con el paso del tiempo irán disminuyendo las posibilidades de encontrarlo», lamentaron. Por eso, reiteraron su pedido para que «aquellas personas que tengan conocimiento de algo vinculado a su desaparición, por mínimo que ese dato sea, lo informen a la policía».