El hombre, oriundo de Neuquén, no había podido ingresar a Córdoba para acompañar a su hija. La joven murió esta madrugada.
Atravesado por el dolor a pocas horas de haber conocido la noticia irreparable de que su hija había fallecido en Córdoba sin que él pudiera haber llegado a verla, Pablo Musso dijo: “Quiero informarle a las autoridades que el resultado del hisopado dio negativo y no pude ver a mi hija”.
Pablo Musse, el papá de la joven, había salido el sábado 15 de agosto a las 20:00 desde Neuquén y llegó al puesto de control sanitario de Huinca Renancó, en el límite sur de la provincia de Córdoba, el domingo a las 6 de la mañana.
Fue allí donde le dijeron –luego de efectuarle dos pruebas rápidas por COVID-19 cuyos resultados, aseveró, eran “dudosos”– que no podría seguir el viaje sin presentar un certificado con el hisopado (PCR) con resultado negativo.
El hombre se realizó un hisopado y le dio negativo, por lo que no tiene coronavirus. Sin embargo, no le alcanzó el tiempo para despedir a su hija, a quien no veía desde marzo por las restricciones desde la cuarentena.
Solange Musso (36) estaba enferma de cáncer en un estadio avanzado, este viernes murió sin que su padre pudiera llegar a despedirla. El caso trascendió a los medios nacionales.

COE
En tanto Claudio Vignetta, referente del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), explicó la situación con el padre de la mujer fallecida.
“Estamos muy sentidos, lamentamos lo sucedido”, dijo Claudio Vignetta, funcionario provincial y miembro del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), entrevistado por Canal 12 de Córdoba.
En cuanto a lo ocurrido en el control sanitario de Huinca Renancó, aseguró: “Lo que hicimos fue cumplir el protocolo de ingreso a la provincia”. En ese sentido, indicó que Pablo no tenía un certificado de hisopado negativo en ese momento y que por ello no pudo ingresar a hacer la cuarentena a Córdoba.
Lo cierto es que la noticia generó una gran indignación y despertó la pregunta una vez más, hasta dónde los controles en medio de la cuarentena terminan avasallando nuestros derechos más esenciales.
La carta que escribió Solange antes de morir: «Hasta mi último suspiro, tengo mis derechos»
