Son de Rancul y forman parte del programa de Familias de Contención: «Hay que empezar a comprometerse para que no haya más Lucios»

Angela e Ivana son dos jóvenes madres de la localidad de Rancul, que tienen sus hijos biológicos, y que además desde hace un tiempo asumieron el compromiso de formar parte del Programa de Familias de Contención que depende del Ministerio de Desarrollo Social de La Pampa.

Hoy conmovidas por el terrible asesinato del pequeño Lucio, más que nunca hicieron público su pedido para que más familias de la provincia se sumen a este programa.

«Se puede ayudar a niños que tienen que ser sacados de su familia porque son maltratados o nadie se hace cargo de ellos. Hay que colaborar, hay que dar amor a estos pequeños«, expresó Angela, madre de cuatro varones.

Ella, su esposo y sus hijos decidieron ser familia de tránsito y en plena pandemia llegó a su hogar el pequeños T, de menos de un año, a quien rodearon de mucho amor.

En diálogo con Zonal Noticias, Angela contó: «Nosotros decidimos ser familia de tránsito porque conocíamos una Fundación, y decidimos anotarnos acá en La Pampa en el programa de Niñez y Familia, que ellos son los encargados de hacer las preevaluaciones para que podamos ser aceptados dentro del programa».

«Fue una decisión en familia, porque todos teníamos que ayudarnos y colaborar para cuidar a este niño que iba a llegar a nuestro hogar», comentó.

«Siempre tuvimos en claro que no ibamos a adoptar, sino que ibamos a ser una familia de tránsito para ese niño o niña que tuviera que ser sacado de su familia, generalente por hechos de maltrato o abandono, y donde no hay nadie de la familia que pueda o quiera hacerse cargo», expresó.

Pocas familias de tránsito

Angela hizo hincapié en las pocas familias de contención que hay en la provincia. «Quiero hacer hincapié en que hay muy pocas familias de tránsito en La Pampa y hay muchos niños que necesitan un hogar para transitar su situación judicial  hasta que la Justicia determine si vuelven con su familia porque se pudo revertir el problema que tenían o si pasan a la lista de adopción».

«Entonces ahí es donde intervenimos las familias de tránsito para darles mucho amor, contención y que ese niño por un tiempo sea un miembro más de tu familia, pero sin olvidar que así como un día llega, ese niño o niña, un día se va a ir», aclaró.

«La gente generalmente te dice que uno está loco, te dicen yo no podría devolverlo, eso es imposible y en realidad no es imposible, hay que poner al niño o la niña antes que nada, uno está haciendo ésto por ellos, uno sabe de entrada que estos niños van a encontrar su familia definitiva y  después sos feliz cuando recibis esa noticia», expresó Angela.

«En nuestro caso, la permanenecia de T también se demoró más de lo previsto, por eso uno aprende a luchar contra el sistema, con los jueces que demoran más tiempo de lo estipulado, porque tardan en tomar determinaciones, pero si uno se queda con la queja, no haría nada y estos niños necesitan ayuda«, manifestó.

«Uno ansía que estos niños tengan su hogar y su familia definitiva, y cuando llega esa noticia, tenemos sentimientos encontrados porque por un lado vivimos la felicidad de que ellos encontraron su familia, pero para nosotros llegó el momento en que los tenés  que soltar», señaló Angela.

«Abrazamos para después soltar»

«A mi me quedó grabada una frase de una familia de tránsito que alguna vez me dijo: ‘Nosotros abrazamos para después soltar, y es así, uno los abraza, los cuida, los ama para que después los abrace y sean amados por su familia adoptiva», señaló Angela.

«Experiencias te quedan muchas, como el periodo de adaptación, porque cuando ese niño llega, uno no sabe qué cosas le gustan, cómo duerme, que cosas come, es un aprendizaje mutuo y con el paso de los días empezar a verlo feliz es hermoso, es algo que no tiene precio», expresó emocionada.

«Así como después es duro cuando se va, uno queda feliz por él, incluso luego podés tener contacto con la familia que lo adoptó, y tenés la tranquilidad de que está bien», contó Angela.

«Ojalá la gente tome conciencia que se necesitan familias que quieran cobijar niños en su casa, ojalá se sumen más  familias o personas que tal vez están solas y quieran brindar amor, porque de verdad te cambia la vida», relató.

«Les pido a todos que se pongan una mano en el corazón y tomen la decisión de formar parte de este Programa de Familias de Contención, porque es algo muy gratificante«, señaló.

«Con el asesinato de Lucio toda la gente está muy mal, muy conmocionada, buscando culpables, pero si realmente uno quiere ayudar, hay muchos chicos que tienen que ser separados de su hogar y no tienen adonde ir, y de esa manera se puede colaborar», señaló.

La experiencia de Ivana

Ivana es otra joven madre de Rancul, que junto a su esposo y sus dos hijos, también decidió ser parte de este programa. «En nuestro caso nunca se nos habia ocurrido,  cuando Angela y su familia decidieron traer a T, pensamos que nosotros no ibamos a poder, porque el sufrimiento iba a ser mucho cuando tuviera que irse», relató.

«Con el correr de los días, pensamos por qué no sumarnos a este programa para ser familias de tránsito, empezamos a hacer todos los papeles y al tiempo nos llamaron para que alberguemos a una niña que necesitaba una familia de contención», expresó.

«Así llegó B a nuestra casa y realmante fue muy hermoso y pudimos compartir con ella un año, un plazo que fue más extenso de lo previsto inicialmente porque en este caso puntual el Juez debería haber actuado más rápido», contó.

«Con ella compartimos el día a día, con nosotros dejó los pañales, comenzó a hablar más fluido y mejoró un montón su vocabulario, era una niña feliz, en nuestra casa era una integrante más de nuestra familia, para nosotros fue una experiencia muy linda», contó Ivana.

«Fue una satisfacción inmensa poder transitar con ella todo este tiempo, porque el solo pensar en lo que ella vivió, cómo llegó y cómo se fue, es sorprendente. Los niños son increibles», contó.

Por último Ivana se mostró feliz porque la pequeña y sus hermanitos hoy ya están con su familia adoptiva, rodeada de mucho amor de sus papis, abuelos, tíos y amigos, y sobre todo  con un futuro lleno de sueños y proyectos por concretar.