Fuerte aumento de los alimentos, que saltaron casi 30%, y de los combustibles por la devaluación; también impactó el salto en salud.
A pesar de haber atrasado el dólar, pisado las tarifas de los servicios públicos y controlado miles de precios en supermercados, el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner terminó su mandato dejando a los argentinos la mayor inflación en más de tres décadas. La suba de precios de diciembre fue de 25,5%, según el Indec, y 2023 terminó con un incendiario avance de 211,4% en doce meses. Para encontrar una variación tan significativa hay que remontarse a 1990, un año marcado por la salida de una hiperinflación.
El organismo estadístico publicó el número de diciembre, que marcó el pico del año. Es que en ese mes confluyen las enormes distorsiones de precios relativos -que generaron volatilidad permanente del dólar y, por lo tanto, de cobertura a través de precios por parte de los agentes económicos- que dejó como herencia el kirchnerismo con la expectativa de un nuevo gobierno -el de Javier Milei- llamado a “sincerar” radicalmente la economía. A eso se sumó, claro, la fuerte devaluación del tipo de cambio oficial impulsada por el ministro de Economía, Luis Caputo, que fue de más de 50%, y tuvo su impacto inevitable en precios.
La inflación, que ya superó a Venezuela en el indicador anualizado, tuvo en su medición núcleo -que elimina las variaciones de precios regulados y estacionales- un avance de 28,3% en diciembre. El capítulo que más aumentó en el mes fue el de Bienes y servicios varios (32,7%), producto de las subas en artículos de Cuidado Personal. Le siguieron Salud (32,6%), impulsada por las variaciones en medicamentos y medicina prepaga, y Transporte (31,7%), por los incrementos en combustibles. Los alimentos subieron 29,7% en promedio. “Al interior de la división se destaca el aumento de precios en Carnes y derivados, y Pan y cereales”, informó el Indec.
«El número es claramente mejor al esperado por el consenso de los economistas privados, que proyectaban una inflación muy cercana al 30%”, dijeron en el Ministerio de Economía. “Refuerza nuestro convencimiento de que vamos por el camino correcto. Sabemos que va a ser duro en el corto plazo, pero que esta vez vamos a salir adelante. El apoyo de la gente a las nuevas medidas es altísimo. Esperamos que la política esté a la altura de las circunstancias”, concluyeron en el Palacio de Hacienda.
Las consultoras privadas estimaban, al cierre del año pasado, que los aumentos de precios de diciembre habrían estado entre 25% y 30%, con picos interanuales que iban del 200% al 220%, según las distintas mediciones. El vocero presidencial, Manuel Adorni, en tanto, lo proyectó en esa última variación. “Si la inflación en diciembre es un 30% es un numerazo”, dijo Milei en la Antártida. Agregó que, como venía la economía, era más probable que marcara un 45%. Ningún privado anticipó ese salto.