Un sismo con epicentro en Quemú Quemú se sintió en varios pueblos de La Pampa

El Instituto de Prevención Sísmica (Inpres) reportó un sismo en el noreste de la provincia, a las 6.06 horas, de 28 metros de profundidad, 4,1 de magnitud, longitud 36.044 y longitud 66.500. Los especialistas ubicaron el epicentro a 5 kilómetros al este de la localidad de Quemú Quemú.

El  movimiento, de ligera magnitud, se registró poco después de las 6 de la mañana. Tuvo repercusiones en Santa Rosa, General Pico, Anguil, Uriburu, Lonquimay, Miguel Cané, Eduardo Castex y Rucanelo, entre otras localidades.

Pobladores de Quemú y de las localidades de alrededor comenzaron a alertar del movimiento rápidamente  a través de las redes sociales y los grupos de wasap. Pero también algunas personas lo sintieron en lugares más alejados, como Realicó, Santa Rosa o General Pico.

El sismo fue de ligera magnitud. «Se sintió muy fuerte. Todos pensamos que explotó algo. A los cinco minutos estaba todo el pueblo afuera. Nadie entendía nada. Acá tiró todo de los placares», contó un joven de Quemú.

«Nos pegamos un susto muy grande. Y nadie sabía qué fue exactamente, parecía un trueno impresionante», manifestó otro vecino.

«En Cané también salió mucha gente afuera. Se sintió un movimiento y un ruido fuerte», dijo una muje de Miguel Cané. «Fue un terremoto o un meteorito. Fue muy grande la zona donde se sintió», especuló un ruralista de Quemú antes de que se confirmase el sismo.

«¿Qué fue eso? Me tembló toda la casa. Casi me caigo de la cama», alertó Darío por las redes sociales, desde Cané, a los pocos minutos del temblor.

«Estaba por tomar un café y casi me infarto. Fue horrible, un temblor. Me hizo acordar a cuando estaba en México y temblaba todo«, contestó otra pobladora de esa localidad a El Diario.

Magnitud

La clasificación de la magnitud (Richter)  establece que los sismos de 2.0 a 3.0 son de micro magnitud, no son perceptibles. De 3.0 a 3.9 se consideran de menor magnitud, perceptibles con poco movimiento y sin daño.

En cambio, los de 4.0 a 4.9, como el ocurrido este viernes en Quemú, se consideran de ligera magnitud, perceptibles con movimiento de objetos y rara vez produce daño.

Ya más fuertes, los sismos de 5.0-5.9 se catalogan de moderada (o mediana) magnitud, puede causar daños mayores en construcciones débiles o mal construidas. De 6.0 a 6.9 de fuerte magnitud, pueden ser destructivos. Y de 7.0 a 7.9 de mayor magnitud, pueden ser destructivos en zonas extensas.

Finalmente, de 8.0 a 9.9, de gran magnitud, son catastróficos, provocando destrucción total en zonas cercanas al epicentro.