La Justicia inició una causa judicial por «averiguación de causales» del fallecimiento, y ayer se realizó un allanamiento en Santa Rosa porque se investiga una presunta extorsión.
El fallecimiento del médico Darío Balsa, exintendente y exdirector del Hospital Pablo F. Lacoste de esta localidad, causó conmoción en Eduardo Castex y también en otros ámbitos porque tuvo un paso por la Subsecretaría de Salud Pública de La Pampa durante el gobierno de Oscar Mario Jorge.
La Justicia inició una causa judicial por «averiguación de causales» del fallecimiento, y ayer se realizó un allanamiento en Santa Rosa porque se investiga una presunta extorsión.
Ayer al mediodía rápidamente se multiplicó la información con el deceso de Balsa. Las primeras versiones indicaron que se descompensó durante su horario laboral, habría solicitado colaboración a una enfermera y cuando la trabajadora de la salud regresó a la habitación, lo halló «prácticamente fallecido».
Inmediatamente los profesionales dieron inicio a las tareas de reanimación durante casi una hora, pero los esfuerzos fueron infructuosos. «No se pudo reanimar pese a los enormes esfuerzos», lamentaron -conmocionados- algunos interlocutores consultados por esta corresponsalía.
Algunas situaciones transmitidas inmediatamente por familiares provocaron que se determine el traslado del cuerpo para que le practiquen la autopsia en la morgue del Hospital Lucio Molas de Santa Rosa.
Además, trascendió que la policía local tomó declaración «a todos los profesionales e incluso trabajadores no sanitarios» para incorporar en el expediente judicial que se inició para determinar «las reales causas» que podrían haber provocado el deceso, o establecer si existieron factores que indujeron al trágico desenlace.
Las presunciones de suicidio se potenciaron anoche porque fuentes consultadas confirmaron que habría «dejado al menos una carta» a sus familiares, la cual ya está en poder de la policía.
Allanamiento.
En el marco de una investigación preliminar, ayer -pasadas las 19- el juez René Ordas aceptó el pedido de la fiscalía para realizar un allanamiento en una vivienda del Plan 5.000 de Santa Rosa, donde residiría una empleada estatal, que tendría -según sus propias cartas de presentaciones- un «estrecho vínculo» con un ex gobernador pampeano. En la requisa domiciliaria, los auxiliares judiciales habrían secuestrado el teléfono celular de esta persona.
¿Qué investiga la Justicia? Balsa habría mantenido -días atrás- una reunión con la mujer, y algunas personas -¿allegados o familiares?- habrían transmitido a fuentes policiales que Balsa podría haber sido víctima de una extorsión o amenaza; e incluso la investigada habría «filtrado información» a algunos medios de comunicación locales, para que «tiraran algunos datos» para intentar demostrar que «la cosa iba en serio».
Ahora la Justicia examinará el teléfono celular secuestrado para determinar «si efectivamente desde el dispositivo se realizaron amenazas o qué tipo de contactos hubo», en las jornadas previas, con Balsa.
Fuente Radio Don
