En las primeras horas del martes, el sacerdote se ubicó en el banquillo de acusados. Fue duramente increpado a su llegada a Tribunales.
José Miguel Padilla llegó a juicio oral acusado de abusar sexualmente a un joven seminarista de su congregación religiosa.
Está previsto que el debate se lleve a cabo durante 6 jornadas – desde este martes hasta el martes 9 de mayo-, en la Sala 1 del Edificio Judicial de la ciudad de General Pico. Luego la magistrada tiene 10 días hábiles para dictar su sentencia.
El debate está a cargo de la jueza de audiencia de juicio María José Gianinetto. La fiscal interviniente es Andreina Montes, acompañada por la fiscal adjunta María Emilia Oporto y Cintia Schenfeld; todas integrantes de la Fiscalía Temática de Delitos de Género.
Por la defensa del imputado interviene el abogado particular Jorge Salamone y la letrada Florencia Boglietti. Como parte querellante, en representación de la víctima, lo hacen los defensores oficiales Guillermo Costantino y Mauro Fernández.
En el transcurso de las 6 jornadas de juicio está previsto que declaren 29 testigos. Las audiencias serán a puertas cerradas, ya que se debate un delito contra la integridad sexual.
Este martes, la fiscalía, la parte de la defensa y la parte querellante realizaron los alegatos de inicio del debate. Luego se recibió declaración del imputado y el testimonio de la víctima.
En 2019, el joven entrerriano Vicente Suárez Wollert denunció al sacerdote, cuando Padilla dirigía la congregación de frailes capuchinos «Fraternidad de Belén», en Intendente Alvear.
Primero, el denunciante contó los hechos en las redes sociales, luego ante los medios de comunicación de su provincia, y finalmente, ante la Justicia pampeana.
El ex seminarista denunció que los hechos ocurrieron entre diciembre de 2015 y mayo de 2016, que fue el período en el que formó parte de la congregación que dirigía Padilla. También detalló que parte de los abusos ocurrieron en el convento alvearense, cuando el cura lo llamaba a su habitación para que le tomara la presión y le pusiera crema en una pierna.
El primero de los hechos, aseguró que ocurrió en la Villa de la Quebrada, la provincia de San Luis, en ocasión de unas vacaciones comunitarias.
Padilla negó las imputaciones, y el 29 de noviembre de 2019, el juez de control Alejandro Gilardenghi le formalizó la Investigación Fiscal Preparatoria por la presunta comisión del delito de abuso sexual, que se agrava por su condición de ministro de culto.
Durante la audiencia se le impuso a Padilla una prohibición de contacto y acercamiento hacia el denunciante, y se puso en conocimiento al Obispado de La Pampa sobre la investigación en curso.
Pocos días después de haber sido formalizado, el cura renunció a su cargo de rector del Instituto Nuestra Señora de Luján de Alvear, y más tarde, se recluyó en la provincia de San Luis, donde pese a las imputaciones en su contra, la Iglesia local le permitió seguir oficiando misa. La fiscalía allanó el Convento de la Inmaculada Concepción, donde se secuestró documentación de interés para la causa.
En febrero de 2020, el denunciante viajó a los Tribunales de Pico, y se sometió a una pericia psicológica. Un mes más tarde se decretó el aislamiento obligatorio a causa de la pandemia de Covid-19.
Luego apareció otra denuncia contra Padilla. La Fiscalía le tomó declaración por este nuevo hecho, y el cura, como en la causa anterior, volvió a negar los cargos.
Durante el juicio declarará, entre otros, el obispo de La Pampa, Raúl Martín, que no lo hará por escrito, como se permite a las autoridades eclesiásticas, sino a través de una teleconferencia, en la que responderá preguntas de la Fiscalía.
(La Arena)