Por Robert Lizárraga
Los océanos han despertado siempre una gran curiosidad en la especie humana, sabemos que cubren las tres cuartas partes de la superficie de la Tierra y contienen el 97 por ciento del agua del planeta.
Todo ese gran volumen de vida constituye una fuente de valiosos recursos: alimentos, energía, agua, hidrocarburos y recursos minerales, sin embargo, con el paso del tiempo los ecosistemas en los océanos se han ido deteriorando y estamos llegando a un punto alarmante.
La actividad humana está causando graves estragos a los océanos y mares del mundo, ecosistemas marinos vulnerables como los arrecifes de coral, e importantes zonas de pesca sufren los daños ocasionados por la explotación excesiva, la pesca ilegal no declarada y no reglamentada, el uso de prácticas pesqueras destructivas, la introducción de especies exóticas invasoras y la contaminación marina, especialmente de fuentes terrestres.
El aumento de la temperatura de los mares, la elevación del nivel del mar y la acidificación de los océanos como resultado del cambio climático también suponen una amenaza a la vida marina, a las comunidades de las zonas costeras y las islas.
El ser humano y su prosperidad dependen de la salud de los océanos y mares, gran parte del oxígeno que respiramos es producido por seres vivos marinos, mientras que las corrientes oceánicas transfieren calor, por lo que desempeñan un papel importante en el mantenimiento de un clima moderado.
A pesar de ello, los ecosistemas marinos que mantienen la buena salud de los océanos están sometidos a crecientes factores de estrés, muchos de esos factores están causados, o se ven empeorados, por las actividades humanas terrestres.
A medida que quemamos más combustibles fósiles aumentan las emisiones de dióxido de carbono, lo que conduce al proceso de captura de calor que genera el calentamiento de los océanos.
El agua de los océanos absorbe alrededor de una cuarta parte del dióxido de carbono que, al disolverse, aumenta la acidez del agua, las condiciones físicas y biológicas de los océanos se están deteriorando debido a la contaminación,el desarrollo no sostenible y la explotación de los recursos que ponen en peligro los hábitats naturales.
Dado que los océanos y los mares son tan trascendentales para la supervivencia humana, los científicos continúan estudiando e intentando comprender cabalmente los procesos y mecanismos que los controlan, mediante técnicas de medición, pueden entender mejor cómo están cambiando los medios marinos y cómo cambiaron en el pasado, esta clase de conocimientos mejora la capacidad de la humanidad para mantener el medio marino en buena salud.
Los últimos informes sobre el estado de nuestros océanos son, como poco, preocupantes. La explotación de sus limitados recursos, el aumento de la contaminación marina y la destrucción de sus medios, los cuales prestan servicios, están imponiendouna gran tensión a sus organismos.
Océanos y mares sanos son ahora más importantes que nunca, conservarlos y utilizarlos en forma sostenible para el desarrollo es una de las grandes prioridades para la humanidad, que insta a la comunidad internacional a actuar para superar los grandes retos que enfrenta nuestro planeta y todas las personas que vivimos en él.
Este objetivo es crucial para proteger los recursos marinos como así también el importante papel que desempeñan a la hora de lograr el bienestar de las personas y el desarrollo económico y social en todo el mundo, garantizando que nuestros océanos, mares y recursos marinos se utilicen de manera sostenible, en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
Por Robert Lizarraga
Fuentes consultadas:www.fao.org