Una familia de cuatro integrantes necesitó en agosto un ingreso de $68.359 para no ser considerada pobre, una suma que significó un aumento del 1,2% contra julio anterior, la menor variación en 13 meses, informó el INDEC.
En tanto, el mismo grupo familiar requirió un ingreso mínimo de $29.213 para no ser indigente, registrando en este caso un incremento del 0,7% contra julio pasado, el más bajo desde abril de 2020.
En comparación con agosto del año pasado, la denominada Canasta Básica Total (CBT) acumuló un incremento del 50,3%, mientras que la Alimentaria (CBA) registró un avance del 55,5%.
Según el INDEC, la inflación de agosto se ubicó en el 2,5%, un porcentaje que superó el crecimiento verificado por ambas canastas, que determinan los índices de pobreza e indigencia.
En el caso de la alimentaria, el valor por adulto es de $9.454, mientras que la total llegó a $22.123.
El sondeo oficial informó que una familia de 5 integrantes requirió un ingreso de $71.899 para no ser pobre, y si solo está conformada por tres personas fue de $54.422.
En tanto que para no ser indigente, la de tres integrantes debió tener un ingreso de $23.257 y si es de cinco, se ubicó en $30.726.
De acuerdo con la estadística oficial, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) acumuló en lo que va del año un incremento del 32,3%, mientras que en comparación con agosto de 2020 trepó al 51.4%.
En agosto, según las mediciones de la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, una familia porteña necesitó $67.780 para no ser considerada pobre.
El estudio -que es más amplio que el del INDEC– precisó que el mes pasado la misma familia requirió de $104.966 para integrar la clase media y $35.700 para no caer en situación de indigencia.
De acuerdo con un sondeo de Consumidores Libres, los precios de los 21 productos de la llamada canasta básica de alimentos que históricamente realiza la entidad tuvo un aumento del 1,57 por ciento durante la primera quincena de setiembre.
Según la entidad, los datos acumulados desde comienzo del año marcan un crecimiento del 38.93% en esos productos.
Los precios que más aumentaron (incluso muy por encima del promedio general) fueron la yerba, con 7,55% y la leche en sachet con 4,17% en productos de almacén; en tanto en verdulería el tomate aparece con un 10% de suba, la naranja con 9,09% y la papa con 7,69%.
Siempre de acuerdo con el sondeo que mensualmente realiza la entidad que conduce Héctor Polino.