El presidente hizo hincapié en el «déficit cero«. Les pidió a los gobernadores que hagan un ajuste adicional a la Nación de 60 mil millones de dólares y dijo que vetará toda ley que atente contra el equilibrio fiscal.
Sin anuncios sobresalientes, el presidente Javier Milei presentó en la noche del domingo el Presupuesto 2025, donde desgranó las líneas principales de su plan de gobierno abrazado al “déficit cero” como la única brújula para sostener el rumbo del equilibrio fiscal y monetario.
Es la primera vez en la historia que un presidente se hace presente en la Cámara de Diputados para defender la denominada ley de leyes, tarea que suele asignarse al ministro de Economía y a otros funcionarios del área, que a partir de ahora deberán presentarse en las comisiones del Parlamento y contestar las preguntas e inquietudes de los legisladores, que en la noche del domingo aportaron una presencia raleada.
Ataviado con la banda y el bastón Milei llegó a Diputados acompañado de su hermana Karina, la secretaria general de la Presidencia. Saludó a las autoridades parlamentarias y tuvo un diálogo sonriente con la vicepresidenta, Victoria Villarruel. También repartió saludos con sus funcionarios. En uno de los palcos se los vieron a sus padres y a su novia, Amalia «Yuyito» González.
Con la mayoría de la oposición ausente (mandaron una delegación mínima), el presidente desplegó su monólogo ante sus integrantes del gabinete y casi el pleno de los diputados de los bloques de La Libertad Avanza (LLA), el PRO y buena parte de los radicales, una formación legislativa que le están garantizando cierta gobernabilidad frente a una representación escuálida propiamente libertaria.
El presidente reiteró que el “déficit cero” es innegociable. “Este blindaje fiscal abre un nuevo capítulo para nuestro país. Vinimos a ponerle un cepo al Estado. Decidí presentarlo yo por dos razones: porque soy economista y, segundo, porque vengo a proponer un proyecto de presupuesto diametralmente distinto. El presupuesto es la ley de leyes”, sentenció en su apertura.
Desde el arranque, Milei plantó bandera y avisó: “Vetaremos todos los proyectos que atenten contra el equilibrio fiscal”. Un mensaje directo con destinatarios puntuales: los bloques de la oposición que aprobaron el jueves pasado el financiamiento universitario. También la ratificación a lo que hizo recientemente con la nueva movilidad jubilatoria. “Cuanto más votos tiene un proyecto en el Congreso, peor es para la sociedad”, aseguró Milei arremetiendo contra las funciones del Congreso y la representatividad de ambas cámaras.
Milei respondió a las críticas sobre su falta de gestión, algo que no solo le achaca la oposición sino que también lo sugirió el expresidente Mauricio Macri.
En ese contexto, a la hora de enumerar las primeras iniciativas de su gestión, dijo que despidió “31 mil ñoquis” de la administración pública, afirmó que el sector privado “proyecta invertir más de 50 mil millones de dólares” y añadió: “Gestionar también es haber reducido el 75 por ciento de los homicidis en Rosario».
Apelando solo a generalidades, repitiendo sus tradicionales eslogan (“El ajuste más grande de la historia”) y sin especificar cómo hará el país para a facilitar el crecimiento con inversiones, Milei proclamó: “A partir de ahora la Argentina será solvente, con la consecuente baja del riesgo país y de la tasa de interés, y en consecuencia el aumento de la inversión, de la productividad, del salario real y, en definitiva, la caída de la pobreza y de la indigencia”, prometió sin detallar nada del presupuesto.
Mensaje a los gobernadores
En otro tramo del discurso, el presidente mandó un mensaje a los gobernadores y los “invitó” a seguir la línea de ajuste que está aplicando la Nación. Directamente condicionó a que los mandatarios de provincia hagan un ajuste adicional de 60 mil millones de dólares. Milei dijo que desde el gobierno nacional ya se hizo todo el recorte de gasto posible y remarcó: “Nosotros ya hemos cumplido nuestra parte del acuerdo. Ahora faltan ustedes”, en referencia a los mandatarios provinciales.
Sobre el final de un discurso muy pobre, el presidente se dirigió a los legisladores que estaban presentes. “Miembros de este honorable Congreso, la decisión de qué lado de la historia quieren permanecer es suya”, dijo, y cerró con el clásico “Viva la libertad, carajo”.
Pese a que Milei eligió el prime time del domingo para presentar el Presupuesto, y que su maquinaria comunicacional se encargó de presentarlo como un hito de su gestión, el gran público le dio la espalda. Según adelantaron los primeros registros de Ibope, el rating se derrumbó en los canales de aire a los pocos minutos de que el presidente inició su discurso.