El dólar siguió estable, pero preocupa la tendencia alcista del riesgo país y el precio de los alimentos

En una semana dominada por las necesidades de fin de mes, el mercado mira los bonos de la deuda y el precio de la moneda de EEUU.

La falta de definiciones en torno a la deuda hacen que el dólar esté estable en un mercado oficial con pocos negocios, pero donde los vendedores sobrepasan a los compradores por las obligaciones de fin de mes.

Los dólares alternativos tuvieron reacciones de más de 2% por las operaciones de contado con liquidación y por la suba de los bonos más cortos y de las acciones que se utilizan para, hacer estas operaciones.

Lo único que no es monótono en el mercado, es el precio de los alimentos y bienes de primeras necesidades donde las remarcaciones son diarias, no sólo por la suba de los dólares alternativos, sino por la amenaza de aumentos de la energía y combustibles en el futuro cercano y porque se terminó el ciclo de precios controlados para varios de los productos que integraban la canasta.

El salario real ha tenido una fuerte caída en estas semanas. De hecho, por kilo de pan no baja de $150 pesos y una gaseosa de medio litro cuesta lo mismo que un litro de nafta premium. El kilo de bananas está entre 80 y $100 en la Capital Federal. Pero en la ciudad de La Plata llega a $120 por el flete. El kilo de tomates en los lugares que hay oferta subió a $70 y el de palta a $280. Estos precios cotidianos, insertados en el mercado financiero, le dan sentido a lo que sucede con el dólar. La inestabilidad de los inversores se equipara a la de los consumidores en su vida cotidiana.

 

A pesar de las estimaciones de Guido Sandleris, sobre que la inflación en octubre bajará, si lo hace será por lo ocurrido en la primera quincena del mes. Una buena parte de lo que sucedió en octubre se proyectará sobre noviembre que promete ser un mes de elevada inflación al igual que diciembre.

Por de pronto, impusieron un programa monetario que a partir de noviembre bajará las tasas, como si la inflación fuera descendente, para tratar de captar a los depositantes de plazo fijo. El tema es saber que harán cuando pase fin de mes. Si ante a suba de precios seguirá el pasaje a pesos o volverán a la compra de dólares para cubrirse de la inflación. No es mala idea apostar a los depósitos indexados.

Lo cierto es que el dólar en bancos y casas de cambio, con el menor movimiento que impone a nueva versión del cepo, subió 2 centavos a $63,43.

En el mercado mayorista con negocios que son irrelevantes –se operaron USD 255 millones– el dólar aumentó 25 centavos a $59,73. Mucho ayudó a que el Banco Central recomprara posiciones de fin de mes donde es netamente vendedor y la recompra le deja fuertes ganancias en pesos.

El “libre”, al acercarse tanto al dólar oficial, dejó de tener vendedores y compradores y se mantuvo en $67,50. El negocio del “puré” (comprar dólares en bancos o casas de cambio para revenderlos en la plaza marginal) aunque sea con los 200 dólares mensuales del cupo, perdió todo sentido. También perdieron una fuente de trabajo los “coleros” que con sus documentos de identidad compraban dólares para terceros.

Los dólares alternativos tuvieron más movimiento. El dólar Bolsa o MEP que es el que reemplaza al “libre” subió 2,5% a $74,85.

El contado con liquidación que se utiliza para fugar divisas, aumentó 2,4% a $78,30.

El tema que fue noticia en el mundo, la baja de la tasa de interés de los Estados Unidos a 1,50% y 1,75%, no repercutió en la Argentina porque está afuera de los mercados de capitales y al borde del default. Tal vez pueda beneficiarse si esto se tradujera en una suba en dólares de las materias primas, particularmente, trigo, maíz y soja.

De hecho, los bonos argentinos tuvieron retrocesos que aumentaron su rendimiento y elevaron el riesgo país en 47 puntos a 2.253 puntos básicos. Este sigue siendo e talón de Aquiles del país y particularmente del Gobierno que se avecina que, no solo heredará este problema, sino una inflación considerablemente más elevada y una caída fuerte del salario real y jubilaciones.

Todo hace suponer que el cepo cambiario continuará y tal vez se endurezca y que los controles de precios continuarán bajo la forma de pacto social. Y, justamente a cuenta de ese pacto, es que las empresas están anticipando subas en los precios y despidos en algunas fábricas. Temen que en el pacto entre la prohibición de despedir personal o rija la doble indemnización.

Las reservas, a todo esto, perdieron tan solo USD 39 millones y quedaron en 43.269 millones. A que la caída no fuera mayor ayudó que hay menor salida de depósitos y que subieron el oro y el euro que integran las reservas. La baja se debió a pagos a organismos internacionales. De todas maneras, es una reducción exigua. En los últimos dos días estuvieron bajando a un ritmo de USD 100 millones diarios.

 

Fuente: Rava

Fuente: Rava

La Bolsa tuvo una notable reacción. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 4,13% con negocios considerables por $1.726 millones.

Los papeles ganadores fueron Transportadora Gas del Norte (+11,04%), porque se espera un aumento de tarifas, CableVisión (+10,14%), la cementera Holcim (+9,86%) y Aluar (+6,79%). Esta empresa en lo que va del mes subió 37,61% y en el año aumento poco más de 70%. Esto significa que en el último mes duplicó las ganancias que acumuló en los nueve meses anteriores.

En Wall Street, los ADR’s argentinos –certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares– tuvieron un cierre donde predominaron levemente las bajas. Los mejores papeles fueron Ternium (+4,38%) y Edenor (+2,45%). Las pérdidas más importantes se dieron en IRSA (-6,18%), Tenaris (-3,46%) y Despegar (-2,82%).

La semana está dominada por las necesidades de fin de mes. El mercado después de las elecciones no pasó por todas las instancias. Habrá que ver cómo funciona desde el viernes, en particular el de los bonos de la deuda y el del dólar.

Fuente: Infobae