En La Pampa se registraron 21 adopciones durante el 2018

La Justicia decretó la adopción de 21 niñas y niños a lo largo de 2018 en La Pampa y existen otros 11 menores en situación de “adoptabilidad” a los que se les busca adoptantes, entre un universo de 40 postulantes inscriptos. Hay trámites de adopción de niños de 15 y 16 años, algo que antes no ocurría.

El subsecretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Juan Pablo Bonino, destacó que creció la cantidad de niños y adolescentes en transcurso de adopción que pueden avanzar naturalmente en esa búsqueda, una situación que a su entender obedece a un cambio de paradigma y a una labor con “pretensos adoptantes”.

“Generalmente quienes desean adoptar buscan niños muy pequeños pero la realidad es que bebés o niños de un año no existen en situación de adoptabilidad; por lo tanto, trabajamos con las familias para que se puedan dar la posibilidad de pensar en niños de mayor edad”, dijo.

Explicó que La Pampa, a diferencia de otras provincias, por su población y composición geográfica, cuenta con tres equipos de trabajo específicos que se desempeñan en el Registro Único de Adoptantes (RUA) para poder abarcar y trabajar en una población de cuarenta inscriptos actuales. 

“El objetivo es intentar que estas personas puedan pensar en adoptar grupos de hermanos o niños con discapacidad”, indicó a Diario Textual.

Las características del universo actual de 11 niños en condiciones de ser adoptados colisionan con el registro de las cuarenta familias anotadas para ese fin.

“Lamentablemente la provincia no cuenta con personas dispuestas a adoptarlos. Algunos de los casos salieron a convocatoria pública, como el del grupo de siete hermanitos que desean ser adoptados todos juntos”, recordó.

La Provincia trata de generar conciencia respecto del sistema de adopción y lo que significa.

“La adopción es una herramienta que pretende brindarle a un niño una familia y no a una familia un niño. El interés superior del menor es lo que rige todas las intervenciones desde el registro”, confesó el funcionario, quien estimó que actualmente una situación de adoptabilidad puede estar decretada en un plazo no mayor a un año.

El trámite de adopción se inicia a partir de un reclamo presentado ante la Dirección de Niñez y Adolescencia. Una vez que el juez lo decreta se trabaja con el RUA para posteriormente comenzar la vinculación, que dura unas semanas, donde ocurren contactos para que las partes se conozcan y ahí se otorga la guarda preadoptiva.

“En ese momento el chico se va a vivir con el pretenso adoptante por un lapso de unos seis meses, tiempo en el que si todo sale bien se presenta un informe aprobando la guarda preadoptiva y nosotros dejamos de intervenir, salvo algún requerimiento del adoptante”, comentó el abogado a Noticiero 3.

Relató que la mayoría de las intervenciones tienen que ver con maltrato físico, psicológico o abuso sexual intrafamiliar. 

“Se debe entender que cuando se toma una medida excepcional, como retirar a una niña o un niño de su núcleo familiar, lo primero que se pretende es trabajar con esa familia para que se lo reintegre porque siempre se busca que el chico se desarrolle en su familia de origen”, afirmó.

“Cuando eso no es posible el Estado, con su sistema de adopción, intenta dotar al niño de una familia que no es la biológica para que pueda desarrollarse porque las estaciones institucionales deben ser provisorias”, aclaró.

El profesional aclaró que “adoptar no es tener un hijo”. “Esa tarea implica incorporar a un chico a una familia que viene con una historia familiar muy dura, con desconfianza hacia el adulto, por eso se debe estar preparado para adaptarse a esa situación e ir construyendo un vínculo que requiere un proceso”, concluyó.