CONCIENCIA AMBIENTAL: “Hay que decidir cambiar o enfrentar una catástrofe climática”

                                                 Por Robert Lizarraga

Las causas y las consecuencias implicadasen el cambio climático no dejan de crecer, esta es la pésima conclusión sobre los esfuerzos realizados por el planeta para minimizar el calentamiento global y que se extrae de un informe científico publicado de cara a la Cumbre sobre cambio climático que se celbra en Naciones Unidas.

Entre otras cuestiones, el reporte apunta a que en los últimos cuatro añosse registró el período de mayor temperatura de la historia.

Por otra parte, el aumento del nivel del mar se aceleró de manera significativa durante el mismo período debido a que las emisiones dedióxido de carbono alcanzaron nuevos máximos, la temperatura global aumentó 1,1ºC desde 1850 hasta ahora, lo más preocupante de todo el reporte es la información que arroja sobre el aumento del nivel del mar causado por las altas temperaturas.

Según el informe, la extensión de hielo marino en periodo invernal registró sus cifras más bajas durante cuatro años consecutivos, y la cantidad de hielo derretido en la Antártica se incrementó.El estudio subraya el hecho de que el panorama es el mismo en cualquier punto del planeta,el cambio climático debido a la actividad humana se está acelerando y en una dirección muy peligrosa.

 

Hay una emergencia por la que tenemos que actuar, tanto para acercar a cero nuestras emisiones de gases de efecto invernadero lo más rápido posible, como para adaptarnos a los cambios inevitables en el clima.

Las olas de calor generalizadas y duraderas, los incendios récord y otros eventos devastadores como los ciclones tropicales, las inundaciones y la sequía han tenido un gran impacto en el desarrollo socioeconómico y el medio ambiente. 

Los crecientes impactos climáticos aumentan los riesgos de cruzar puntos críticos de inflexión. Se refieren a umbrales que, si se cruzan, conducen a cambios de largo alcance, en algunos casos abruptos y o irreversibles, hay un reconocimiento creciente de que los impactos climáticos están golpeando con más fuerza y ​​antes de lo que las evaluaciones climáticas indicaron.

Lo que nadie cuestiona es la urgencia de la necesidad de actuar y el hecho de que una mayor demora podría significar tener que tomar decisiones más difíciles en el futuro.Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, las situaciones climáticas extremas se encuentran entre los principales impulsores de los recientes aumentos del hambre a nivel mundial después de una disminución por varios años.

Los líderes mundiales insisten en decir que están haciendo todo lo que pueden. Lamentablemente para ellos, leímos las aterradoras conclusiones, vemos cómo los ciclones y huracanes devastan vidas y medios de sustento y somos conscientes de cuán profunda y rápida tiene que ser la acción en materia climática.

 

Declarar una emergencia climática no puede ser un gesto vacío. Tiene que venir de la mano de medidas a una escala y ritmo que estén a la altura de la urgencia de la crisis. Pero cuando aún está fresca la tinta de las declaraciones de emergencia, seguimos viendo cómo los países ricos continúan financiando infraestructura de combustibles.

Otro mundo no sólo es posible, es inevitable. Tenemos que elegir: ese “otro mundo” será o bien justo en términos climáticos, o será un mundo de injusticias, sufrimiento y extinción acelerada de especies.

Elijamos la justicia climática, exigiendo una actuación inmediata, audaz, impulsada por las personas y respetuosa con los derechos humanos, de magnitud sin precedentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y proteger así́ a los humanos, los ecosistemas y la biodiversidad frente al colapso climático.

Esta actuación requiere una transformación de nuestros sistemas económicos, sociales y políticos para abordar las desigualdades existentes en todos los aspectos de la vida, que incluye la distribución equitativa de los recursos, en particular mediante la reducción del consumo innecesario por grupos privilegiados.

 Apoyaremos a todos los defensores de los derechos ambientales, en particular a quienes individual y colectivamente protegen sus territorios, su acceso a la tierra, sus medios de vida, a quienes representan esta causa de lucha por un ambiente sano, libre de contaminación y a quienes trabajan para defender a las personas y al planeta de las actividades destructivas y del colapso climático.

Por Robert Lizarraga

Fuentes: biodiversidad.org /Jacob Poushter and Christine Huangpewglobal.org