Un cuento leído en el área de Educación Sexual Integral (ESI) en una escuelita rural del norte de La Pampa develó una serie de abusos sexuales a tres nenas.
El caso se dio a conocer en una sentencia por un juicio de uno de los implicados, de 48 años, a tres años de prisión en suspenso por el delito de abuso sexual simple (es decir, toqueteos). Pero también, a partir de ese mismo cuento, otras dos nenas contaron situaciones de abusos que dispararon más causas penales.
El caso se refiere al de una niña, de unos 10 años, que dijo que había sido manoseada por un tío, cuando habían salido al monte a cazar jabalíes.
Los hechos ocurrieron entre marzo y abril de 2020 en un campo de la zona de Ingeniero Luiggi. Lo detectaron las docentes de la víctima a partir de la aplicación de la Educación Sexual Integral en la escuela rural a la que asistía la niña.
“A mi me pasó que un día me tocaron una parte íntima”, escribió la nena, cuando la docente dejó la consigna de que escribieran en un sobre cerrado sobre el cuento “Los secretos de Julieta”.
El cuento que actuó de disparador:
Las maestras de la escuela, ante ese testimonio, hicieron la denuncia policial. “El develamiento surgió a partir de una clase de E.S.I, a partir de un cuento, ‘Los secretos de Julieta’, que planificó una clase donde los alumnos escribían secretos buenos y secretos malos, y los guardaron en un sobre”, relató una de las maestras.
Un día después de que se leyera en clase el cuento, la niña le dijo a su maestra que debía contarle algo: le habían tocado las partes íntimas.
Entonces las maestras fueron a buscar el afiche de la clase de ESI y abrieron todos los sobres. Algunos eran anónimos y otros no. La nena le dijo que el hecho había pasado hace dos años atrás, cuando el tío se había quedado en el campo por un mes y medio.
Las docentes hicieron la denuncia el 9 de septiembre de 2021. El tío de la niña fue condenado por el juez Marcelo Pagano. Y ahora la sentencia fue ratificada por el Tribunal de Impugnación Penal (TIP). Los jueces, al apoyarse en el testimonio de psicólogos, le creyeron a la niña.
Fuente Diario Textual
